Isla de Cortegada (Pontevedra) Foto: Turismo de Galicia
Julia Sáez-Angulo
30/7/24 .- El Escorial .- Entre mis múltiples virtudes, que me he labrado a lo largo de una vida, no figura el orden, lo cual me hace sufrir sobremanera, porque la mitad de las veces que busco algo, no lo encuentro, y he de dejar que ello aparezca en el tiempo y forma, que la cosa quiera. Eso ha ocurrido con el libro, donde se narra la historia de la abuelita María; debe de estar en Madrid, pero yo creía que en la casa de El Escorial había un ejemplar también.
Porque hoy quería contar alguna historia de familia, como la de el "desgraciado asunto de la isla de Cortegada”, según figuraba en el exterior de un sobre grande, en papel de estraza, de la condesa viguesa. Hasta donde yo recuerdo y, al parecer, una serie de prohombres gallegos, entre los que se encontraba el conde, esposo de Doña María, cónsul de Noruega, a la sazón, decidieron regalarle a S.M. Alfonso XIII un amplio terreno en Galicia para que también fuera allí a veranear, y no solo al palacio de Ayete en San Sebastián o al de la Magdalena, en Santander. Se llegaron, incluso, a hacer algunos planos para la construcción.
Era una operación con el “do ut des”, que venía desde los romanos. Un “doy para que me des”, y poner a Galicia en la ruta de los Sitios Reales. La isla de Cortegada cuenta con 54 hectáreas.
Dicho y hecho, se adquirió la isla de Cortegada (Pontevedra) y se le regaló al rey, al tiempo que se iba pagando paulatinamente al Banco -supongo- el precio de la misma por los citados prohombres de la amada Galicia. Aquello era un censo insoportable, que la condesa viuda tuvo que asumir en unos pagos que parecían interminables, de ahí su escritura a lápiz en el sobre de papel de estraza: “el desgraciado asunto de la isla de Cortegada".
Los tiempos revolucionarios de los años 20 y 30 no estaban para construir palacios, ni levantar el valor de las cosas con la presencia real, así que el proyecto regio se quedó sin hacer y los prohombres gallegos se quedaron con las ganas de su propósito. La propiedad, eso sí, quedó en manos del querido Alfonso XIII, un rey gentil pero malhadado, y pasó a sus herederos. Su hijo, Don Juan de Borbón, ilustre marino, no tuvo reparos en vender la isla de Cortegada, cuando fue dueño de ella, sin considerar que había sido un regalo costoso de los prohombres gallegos para un fin. Fue criticado por ello, pero los hechos son siempre más poderosos que los deseos o las críticas.
Estas cosas pasan y así suceden y así son. Hoy la isla de Cortegada es un magnífico parque natural para los gallegos y no gallegos que queramos visitarla, según decisión de la Xunta de Galicia en 2007. Forma parte del Parque Nacional de las islas Atlánticas, donde se respeta la flora y fauna autóctonas. Se da un tipo de bosque nuboso subtropical o selva alta, con grandes árboles, bejucos y lianas, sus hojas se parecen a las del laurel, de lo cual toma el nombre de laurisilva, planta que yo también pude ver en las Islas Canarias.
La isla de Cortegada está comunicada en la baja mar con la localidad de Carril, por un camino que se denomina Camino del Carro. En 2015 sufrió un incendio, que afectó a 400 metros cuadrados. Afortunadamente, los vecinos de Carril, que estiman mucho la isla, se apresuraron a apagarlo con cubos de agua del mar, hasta que llegó el profesional servicio de bomberos.
Y este es lel “desgraciado asunto de la isla de Cortegada”, que le sacó los cuartos a la condesa viguesa, viuda durante años, y que estaba del pago periódico de los prohombres, hasta el trigémino.
Más información
https://elmanifiesto.com/nacion/3162/la-isla-gallega-que-vendio-don-juan-de-borbon.html
7 comentarios:
Hay que ver lo que aprendemos contigo. Gracias, Yuli, por tus crónicas ahora desde El Escorial.
Saludos tórridos, desde Málaga
Jaime Siles Ruiz : Interesante historia la de esta isla y el regalo a Alfonso XIII, que nos has relatado. Abrazos, Jaime
Un regalo matutino, leer tus crónicas mientras me tomo el café. Muchas gracias Julia.
Querida Julia, leo con interes tu reportaje sobre la Isla de Cortegada. Y me rio para mi por los circulos que da la vida, ¿sabes que fue en la notaria de mi padre donde se realizo la venta de la Isla? Don Juan y el comprador valoraban a mi padre, un excelente jurista y decidieron que se hiciera alli la venta que era legal, puesto que en aquel momento pertenecia por herencia a Don Juan. A partir de ahi el constructor vio que no iba a poder hacer nada por la oposicion del pueblo y se reclamaba que Alfonso XIII no cumplio su palabra de aportar su presencia por alli construyendo un palacete. Los Borbones son mas de que les den y guardar que de gastar dinero para mejorar el reino, cosa que han hecho los grandes reyes europeos. El caso es que la Junta como tu bien cuentas recupero para el pueblo la isla.
Mi padre era tan discreto que nunca sabiamos cuando se reunia con Don Juan y que asesorias juridicas se traia con el. No nos hablo de esa escritura y nos enteramos mas tarde por la prensa. Mi padre guardaba la identidad de sus clientes como secreto de confesion.
PILAR AROCA: Como es costumbre en tus amenísimos relatos, campa la gracia; acompañada de interesantes datos. Y breve: que lo bueno y breve es dos veces bueno. Abrazos. P.A.
Juan Diego Roldan Lopez : Gracias. Después de una noche calurosa, una lectura de la Galicia refrescante. Gracias.
Rosario Galván : !!!Curiosidades, interesantes!!!Saludos y gracias
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