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viernes, 12 de julio de 2024

JAUME COLL CONESA, Director del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí

Jaume Coll Conesa, historiador, arqueólogo y ceramista 
Palacio de Dos Aguas. Museo Nacional de Cerámica González Martí. Valencia


        Por Julia Sáez-Angulo

Jaume Coll Conesa (Palma de Mallorca, 1958) es un historiador, arqueólogo y ceramista español. Director de la Asociación Española de Ceramología,  fue nombrado director del Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias González Martí en 1998. Actualmente es también comisario de la exposición de cerámica de Vicente Espinosa Carpio, que tiene lugar en el Museo que dirige y está teniendo un gran éxito de afluencia y crítica.

    - ¿Cúal es la singularidad mayor del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí?

Hay varios aspectos que confieren una gran singularidad al Museo nacional de Cerámica. El primero es que la colección fundacional fue formada por dos grandes coleccionistas, Amelia Cuñat y Monleón y por su esposo Manuel González Martí. Manuel fue, además, uno de los grandes estudiosos de la cerámica medieval española, singularmente de la loza y la azulejería valenciana medieval, y es por ello aún un gran referente de la investigación. El segundo es la singular relación personal que ambos tuvieron con numerosos artistas y creadores, lo que facilitó que, al fundarse el museo en 1947 –desgraciadamente tras la muerte de Amelia y por ello no figura como donante- se reunieran un conjunto notable de obras de arte, pintura, escultura, bocetos, y muchísimos objetos propiciados por esa relación. El último factor es el hecho de que el Estado pudiera aprovechar la singular ocasión de adquirir el palacio de Dos Aguas como sede en 1949, gracias a la cesión de derechos de expropiación que realizó el Ayuntamiento de Valencia. Por eso nuestra sede, con su palacio y sus contenidos históricos como la carroza de las Ninfas o el mobiliario de sus salones, es excepcional y las colecciones que muestra el Museo abordan muchísimos más aspectos además de la cerámica. 

    -¿Hay otros museos tan buenos o mejores que este en cerámica, dentro y fuera de España?

Cada museo aporta también especificidades de valor. Entre los museos de cerámica de Europa hay instituciones tan notables como el Museo de Cerámica de Sèvres –colección con excepcionales ejemplares de la famosa real factoría de porcelanas francesa-, el Museo de la Ceramica de Faenza, asociado a la Escuela de Cerámica de Faenza y a la figura inconmensurable de Gaetano Ballardini, el Museu Nacional do Azulejo de Lisboa, en el convento e Igreja de Mare de Deus de Lisboa ricamente recubierta de azulejos, el Porzellanikon de Selb, museo de porcelana alemán con la famosa fábrica Rosenthal perfectamente conservada, el británico The Potteries Museum de Stock-on-Trent, con otros museos asociados como el Gladston Works, etc. En España no debemos olvidar Museos singulares como el de Manises, el de La Bisbal, el de Agost, el de Potries, el de Pedro Mercedes en Cuenca, el Museu del Taulell de Onda o el de Cerámica de Alcora, el de Pujol i Baucis en Esplugues de Llobregat, el Ecomuseo Forno do Forte de Buño, y me dejo muchos otros, todos estos muy interesantes bien por sus maravillosas colecciones, bien por estar instalados en antiguas fábricas o talleres artesanos con lo que preservan un singular paisaje cultural material e inmaterial.   

    -¿Aumenta periódicamente las colecciones de sus fondos? ¿Qué criterio se sigue?

El museo dispone de un programa de adquisiciones que forma parte del Plan gestor de nuestro Museo, un documento que define nuestra misión y objetivos y los medios que debemos disponer para alcanzarlos. Se contempla en él trabajar en el enriquecimiento de las colecciones históricas con ejemplares relevantes, ya que cabe explicar y preservar testimonios materiales de los principales episodios históricos que protagonizó la cerámica valenciana, con la loza dorada y la azulejería medievales de Manises y Paterna, la loza de Alcora, la azulejería de las fábricas de la propia ciudad de Valencia que en el siglo XIX fueron nombradas Reales Fábricas, etc. Además, no se olvida la actualidad y se prevé la adquisición de obras contemporáneas significativas. En este sentido nuestra colección de cerámica contemporánea abarca más de 2000 obras. Hay una mirada especial hacia la obra realizada por autores valencianos, como Alfonso Blat, Arcadio Blasco o Enrique Mestre, pero ello no quiere decir que nos olvidemos de cerámicas de otros lugares y de autores no valencianos. De hecho, la colección de cerámica contemporánea abarca más de 1600 obras de autores extranjeros o grandes nombres de artistas ceramistas españoles, como Josep Llorens Artigas, Antoni Cumella o Pablo Picasso, entre muchos otros, de los que seguimos adquiriendo obra. 

    -¿Qué piezas serían las más antiguas, valiosas o raras?

Cabe decir que son muchas las obras únicas que conserva el Museo. Entre ellas la zafa del cervatillo, del siglo X, el plato con los heráldicos Aragón-Luna, del siglo XIV, el tondo de la Virgen y el Niño que estuvo en la fachada de la Iglesia de la Trinidad de Valencia, los pavimentos góticos de la Lonja de la Seda, de Margarita de Prades, el socarrat de María de Luna, 

    -¿Es Valencia la capital de la cerámica por excelencia?

La Comunitat Valenciana posee un pasado cerámico épico y es aún un polo industrial de enorme peso y de creación artística excepcional, con escuelas especializadas en Valencia y en Castellón, lo que es singular y único. Manises, Paterna, Alcora, Onda, Potries, Quart de Poblet, Alacuás, Aldaya, Segorbe, Chiva, Orba, Agost, Meliana, etc. son algunas de las poblaciones en las que la cerámica ha hecho historia. La ciudad de Valencia, como capital del reino y por su potencia económica y poblacional, jugó un rol muy importante en el pasado como centro receptor, potenciador, distribuidor y también productor. Hoy ya no existen las fábricas urbanas de azulejería de Vicente Navarro, de Alejandro Faure, las Reales Fábricas de Faure-Disdier o de Pérez, la Ceramo o Momparler, pero sus productos revisten la excepcional arquitectura de la ciudad con edificios como los almacenes La Isla de Cuba, con la Estación del Norte, con el Mercado de Colón, o con las más humildes casas de veraneo del barrio del Cabanyal. Por ello, si no es la capital de la cerámica por excelencia –tampoco debe serlo ante casos como el barrio de Triana en Sevilla o Talavera de la Reina- al menos sería una de las capitales de la cerámica. 

    -¿Por dónde deriva el coleccionismo de cerámica hasta donde usted conoce?

Al principio la curiosidad por coleccionar se centró en intelectuales y en amateurs que sentían que el patrimonio cultural e histórico español de desintegraba y deseaban protegerlo de su pérdida y expolio. Al mismo tiempo, muchos de ellos fueron los primeros que investigaron y dieron a conocer ese pasado cimentando los conocimientos actuales. Ese patrimonio material atesorado pasó a muchas instituciones públicas que en general lo han preservado. Hoy en día, el coleccionismo se centra en objetos que presenten aspectos aún poco conocidos o de creación contemporánea, ya que el mercado limita la adquisición de todo aquello que ha sido ya valorado por los altos precios que alcanzan las subastas, por lo que las obras de autores noveles o poco conocidos son el principal atractivo para los coleccionistas de hoy, además de aquellos objetos del pasado que en su caso puedan completar las colecciones de personas eruditas que aún mantienen el punto de vista del coleccionismo tradicional y sienten admiración por las obras del pasado. 

    -¿Consigue objetivos la Asociación de Ceramología que ud preside?

La Asociación es un vehículo de comunicación y de contacto entre múltiples personas e instituciones interesadas por la cerámica y por sus múltiples significados como elemento cultural. Desarrolla una labor fundamental de trasmisión de conocimiento, de foro de contacto y de apoyo entre sus miembros y también de apoyo a entidades externas que lo requieran. La Asociación está vinculada a otras entidades como la Sociedad Española de Cerámica y Vidrio, la Asociación de Ciudades de la Cerámica, asociaciones de amigos de museos, universidades, etc. Los resultados globales de esta acción, singularmente los congresos anuales que ya alcanzan las 25 convocatorias, la publicación de sus actas, o nuestra web, son los resultados más visibles. 

    - Artes suntuarias, artes decorativas, objetos de arte, según los museos… ¿Qué denominación prefiere o es más exacta?

En el fondo esas denominaciones esconden lo que es realmente importante: son instituciones que sirven para preservar la memoria material e inmaterial de tradiciones, modos de vida, experiencias y conocimientos del pasado. Unos merecerán ser difundidos, otros conocidos para ubicarlos en su contexto y para ser valorados en sentido positivo o negativo. El concepto de “arte” goza de un aura social, pero detrás hay factores de valor objetivo y subjetivo, también intereses de todo tipo, positivos o negativos. Al museo no le es tan propio entrar es dinámicas de reconocimiento social o artístico como en las de conservación, preservación, estudio, análisis y evaluación para aportar puntos de vista que generen masa crítica y herramientas para las personas preocupadas en los hechos culturales, en conocer su pasado y en aprender de él y así, quizás, liberarse de intereses de mercado o del adocenamiento al que nos conducen algunas dinámicas coyunturales.   

    -¿Qué línea sigue para convocar exposiciones periódicas?

Como en el caso de las adquisiciones, la política sobre exposiciones temporales también se contempla en el Plan del Museo como documento rector de la forma de trabajar de nuestro centro. Nos interesa tanto presentar visiones novedosas sobre nuestras colecciones, es decir, exposiciones que supongan un reestudio y una puesta al día de conocimientos y visiones, también sobre la actualidad creativa de nuestra sociedad, en especial sobre los ejes principales de nuestras colecciones o que competen a las directrices que rigen la actuación de nuestro Museo. Así hemos presentado exposiciones sobre nuestras colecciones (porcelana china, cerámica medieval, fondos de Alcora, fondos de Talavera), grandes ceramistas españoles y sus seguidores –Mestre, Arcadio Blasco, Luis Castaldo, Joan Panisello, los Serra; visiones de síntesis del panorama actual –Cerámica de Arte en España, Colección Egner-, obra de artistas emergentes y consolidados, etc. Visiones de actuaciones dirigidas a potenciar la creación cerámica sobre la valoración de la tradición (Travesía Infinita, evocando el viaje de Magallanes y Elcano). También sobre otros elementos que podemos considerar más tradicionales como el abanico, la seda, indumentaria, el vidrio de autor (Vicointer’83), la pintura (Luis Massoni); sobre diseño (Diseñar el Aire, Tot cor, colección Lladró), o sobre aspectos de creatividad contemporánea vinculada con la historia como hicimos con La historia es nuestra, presentando cerámicas de las loceras de Talagante, o con la actual exposición que dedicamos a Vicente Espinosa Carpio. 

        -Lleva ud más de 30 años dirigiendo el Museo González Martí ¿no le gustaría cambiar?

Considero que dirigir esta institución es para mí un honor, un privilegio y un reto diario. Por ello he intentado formarme y especializarme para poder gestionarla como creo que se merece, y en especial como creo que el público y el bagaje patrimonial que protegemos, se merece, desarrollando una gestión especializada para un centro que posee muchas especificidades y que difícilmente es intercambiable con otros. A pesar de las dificultades que surgen de la gestión diaria y conociéndolas, intentamos potenciar lo que el Museo puede ofrecer en grado de excelencia. Como dice el refrán, el diablo sabe más por viejo que por diablo. 

    -¿Qué proyectos inmediatos contempla el museo?

El principal reto de nuestra institución es crecer para ofrecer a nuestro público, y para la adecuada gestión de nuestras colecciones, unas instalaciones que nos permitan completar nuestra sede y ofrecer todo aquello que se espera de un museo del siglo XXI. Los museos son instituciones inacabadas y siempre en cambio por naturaleza. Hay por tanto, campo para actualizarnos y mejorar. 

    Más información

https://lamiradaactual.blogspot.com/2024/06/vicente-espinosa-exposicion-de.html

https://www.google.com/search?sca_esv=88d037c54ddcbe29&rlz=1C5CHFA_enES897ES898&sxsrf=ADLYWIKrp_dKKfufMqV6Z1TiY3K8opoqsg:1720802473872&q=vicente+espinosa+carpio&udm=2&fbs=AEQNm0CbCVgAZ5mWEJDg6aoPVcBgWizR0-0aFOH11Sb5tlNhdzvguW7TJ8ZJj4v-NOGupFiwZ48Dx3g7oaON1i1EOWFrhBNEO8VESrQASoqeEJj3X9QoEku3N_-gAg4rj-ReYwDPexwABxYjk73LAj1IpO1kxSJM1I43g7bnPJXTD373gwkWZdQ&sa=X&sqi=2&ved=2ahUKEwiO8Lvh-KGHAxVYT0EAHQbTDQYQtKgLegQIDRAB&biw=1440&bih=788&dpr=2#vhid=GglpoRFn8m6RoM&vssid=mosaic

Vicente Espinosa Carpio, artista ceramista en exposición


jueves, 27 de junio de 2024

Crónicas valencianas III. PILAR CARPIO, escultora entre Valencia y Madrid. El Tribunal de Aguas de Valencia

Hermanos Espinosa Carpio, Pilar y Vicente
En la calle Pau, con la torre de Santa Catalina al fondo

Julia Sáez-Angulo

Valencia, 27/6/24.- Siempre que vengo a Valencia, Pilar Carpio, escultora siempre a caballo entre Madrid y Valencia, Valencia y Madrid, me muestra nuevos lugares de la ciudad mediterránea, rica, lujosa, renacentista y modernista, en un cruce de palacios, palacetes, iglesias, capillas, cúpulas, torres, torretas y Miguelete de la Seo.  

En esta ocasión he tenido la suerte de permanecer el jueves, día en que se reúne el multisecular Tribunal de Aguas de Valencia, en la puerta de los Apóstoles de la Seo, en la plaza de la Virgen. Las colas para ver a los síndicos eran un bosque que impedía ver el escaño de piedra del singular el histórico Tribunal, que hube de estudiar en la Facultad de Derecho de la Complutense. “Si no hay caso o conflicto alguno que deliberar, la reunión de los miembros del Tribunal se acaba enseguida”, me advirtió un conserje, cuando me subí a una escalinata de su casa para tratar de ver algo. Los turistas lo invaden todo.

Al igual que Madrid o Barcelona, Valencia está llena de guiris y turistas, que pasean en manadas por las múltiples calles, plazas y plazuelas, que suelen tener la deferencia de poner los nombres en valenciano y castellano. Encontrar una plaza de hotel no es fácil. Pilar Carpio la encontró para mí, “por ser ella quien es”. Al día siguiente de inaugurar la exposición de escultura cerámica de su hermano Vicente Espinosa Carpio, en el Palacio del Marqués de Dos Aguas, Pilar y Vicente me invitaron a desayunar en el al Ateneo de Valencia del que son socios, frente a mi Hotel Venecia Plaza.

El gran salón del Ateneo da a la plaza del Ayuntamiento, a través de una gigantesca cristalera. Pilar pide para todos, café con coca de llanda, dulce, esponjosa y rica, además de dos vasos de agua templada, porque dice que evita la hinchazón de estómago y es buena para el intestino. Vicente la prefiere fría. 

    Ojeo la pantalla del móvil y leo un mensaje del historiador amigo Carlos S. Tárrago, desde Alicante, en el que me recomienda que no deje de tomar una horchata natural en Valencia, con un fartón. Lo haré, le contesté. Pilar me hizo conocer en otra ocasión el Agua de Valencia, que no está nada mal.

Pilar es verbosa, abundosa y narrativa. La historia de su familia está tan fundida con Valencia, pues a cada lugar le corresponde una vivienda o palacio de alguno de sus miembros, todos ellos personajes importantes, singulares o extravagantes, a juzgar por lo que cuenta. Vicente quiere intervenir en algún momento, pero Pilar con su gracejo golpeado le dice:

-Calla nene, no interrumpas y deja hablar.

El nene, excelente ceramista, tiene 77 años, pero es el mayor de los hermanos y por tanto merece el título de “nene” para toda la vida, como buen hereu.

Yo tomo nota de la advertencia y no hablo. Pilar sigue, como narradora frondosa y amena, repasando los personajes de su familia valenciana. Su madre, que era diabética trajo al mundo a ambos hermanos Espinosa, que pesaron al nacer seis kilos. Pese al volumen de los bebés, entraron en esta vida sin dificultad alguna, porque, al parecer, la diabetes favorece ese fluido tránsito maternal.

Pilar, que ha expuesto su bosque de esculturas, homínidos singulares de madera, en la célebre Fundación Antonio Pérez de Cuenca y en San Clemente, sigue contándonos historias y anécdotas familiares, de los que yo, como fabuladora de relatos, me gustaría tomar nota, pero no me atrevo, porque no debo. Cortaría el flujo verbal de Sherezade y perderían la gracia.

Un tío abuelo de Pilar era ciego, pero un músico excelente. Mariano Benlliure le hizo un busto, que la propia sobrina conserva en su casa con todo celo. En la familia de los hermanos Pilar y Vicente Espinosa Carpio ha habido muchos artistas de distintos campos visuales: fotógrafos, cineastas, actores, músicos, ceramistas, pintores… El padre tenía una fábrica de muebles,  por eso Pilar conoce la calidad y dureza de las maderas como un carpintero, solo que ella hace esculturas talladas y lijadas preciosas. Su marido, Antonio Triguero también es experto en maderas, pero por otra razón: trabajó en ICONA. Hoy, ya jubilado, hace preciosas artesanías y encuadernaciones en madera.

Las historias de Pilar Carpio y su familia continúan sin solución de continuidad. Se dice que “en toda familia hay un libertino y un imbécil”; en la de Pilar y Vicente Espinosa Carpio, ciertamente no hay imbécil alguno, a juzgar por el relato de mi estimada escultora. Con ella no se aburre una jamás.

Tribunal de las Aguas y sus miembros, síndicos, con las blusas negras

Vicente y Pilar Espinosa Carpio
Vicente Espinosa Carpio

lunes, 1 de mayo de 2023

VICENTE ESPINOSA: La cerámica elevada a escultura de excelencia


Vicente Espinosa Carpio, escultor cerámico



Julia Sáez-Angulo

1/5/23.- Madrid.- Vicente Espinosa  prepara una nueva exposición de su reciente trabajo artístico en cerámica escultórica, para el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí en Valencia, donde ya expuso hace seis años la muestra titulada “Valencia en barro”.

Creador de formas infinitas y hacedor de colores, Vicente Espinosa Carpio (Alfara del Patriarca. Valencia, 1949), residente en Burjassot, lleva la tercera dimensión en cerámica hasta la calidad de la escultura, como obra máxima y única. Sin renegar de la condición de alfarero, de modulación artesanal del barro, las formas recrean en sus manos piezas ambiciosas en todos los campos.

El artista lleva a cabo grandes murales, libres o por encargo. Gusta de representar en ellos paisajes urbanos superpuestos en fachadas, torres y cúpulas. Arquitecturas que también se manifiestan en sus cuadros.

En cerámica contemporánea lleva a cabo la serie “Armónidas”, tibores, jarrones, platos y cuencos Raku...

Con sus personajes de oficios como alfarero, ceramista, notario, músicos y otros, el artista valenciano ofrece la figura humana con sus diversos movimientos, gestos y vestimentas.

No faltan las imágenes religiosas, que con frecuencia las lleva a cabo de encargo.

En suma, Vicente Espinosa, sabe llevar el oficio de alfarero, la materia del barro y la cerámica, a la categoría de la escultura.

Más información

https://lamiradaactual.blogspot.com/2017/11/vicente-espinosa-exposicion-valencia-en.html

https://www.centred-estudislocalsdeburjassot.es/les-belles-arts-i-burjassot/vicente-espinosa-carpio/

Centre d´Estudis Locals de Burjassot

martes, 7 de noviembre de 2017

Vicente Espinosa: exposición “Valencia en barro” sobre cerámica escultórica


 Vicente Espinosa Cario, escultor ceramista

L.M.A.

            07/11/17 .- Valencia.- El escultor ceramista Vicente Espinosa Carpio (Alfara del Patriarca. Valencia, 1949) ha clausurado su exposición de más de medio centenar de piezas en el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias  González Martí, en la ciudad del Turia. La muestra ha tenido lugar durante los meses de verano de 2017.

            “Gesto preciso, detallado, meticuloso, de mano diestra en el oficio del barro. Colores suaves, entonados, fruto de un paciente y sistemático estudio de la química de los óxidos metálicos y fuego comedido, pausado, controlado. Narrativa de lo cotidiano, de la tradición, del esfuerzo y de la diaria construcción de los espacios de trabajo, del entorno de la ciudad, de la oración de las fiestas, de los ritos y creencias que nos envuelven y que han generado una forma de ver, de vivir y un espíritu colectivo, el de los valores valencianos, asentado durante siglos”.

            En este párrafo entrecomillado, publicado en el catálogo por Jaume Coll, el director del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias  González Martí, se resume bien el quehacer artístico de Vicente Espinosa Carpio (Alfara del Patriarca, Valencia, 1948), un nombre en la cúspide de su especialidad: la escultura cerámica, que requiere espíritu artístico y oficio en la materia que maneja.


Obra de Vicente Espinosa

            En el catálogo para la exposición, participan diversos historiadores y críticos de arte, entre ellos Julia Sáez-Angulo, de la Asociación Internacional de Críticos de Arte AECA/Spain:

Metamorfosis de la Arcilla al Arte

            “Como un dios modelador, Vicente Espinosa Carpio trabaja con la arcilla para desentrañar las mil y una formas que él es capaz de interpretar, desde el mismo corazón del barro. Artista pluridisciplinar, aborda la arcilla y la transmuta con maestría en piezas artísticas que son objeto de deseo de coleccionistas de cerámica, codiciosos de obras maestras dignas de credencias y aparadores reales o de museos,

            Espinosa Carpio viene de la larga y fecunda tradición ceramista de Levante, punto álgido en la historia del mapa artístico del barro. La trayectoria de este creador pasa por una larga experiencia, donde él ha dado buen do de pecho en piezas que van, desde la creación realista, casi costumbrista, a las alegorías magistrales como la Roca de la Fama, un grupo escultórico que representa al carro triunfal de la procesión del Corpus en Valencia. Otro tanto cabe decir de sus murales cerámicos en distintas instituciones públicas y privadas.

            La magnificencia de los grupos escultóricos dejan boquiabiertos a los espectadores, por el refinamiento de cada una de las líneas trazadas, por el cuidado detalle de las figuras modeladas, por la armonía del conjunto, por la novedad de la interpretación del tema artístico.
            Como un dios creador de imaginación fértil, fantasía prodigiosa y manos hábiles que siguen el dictado de su mente, Vicente Espinosa Carpio se revela como artista de primer orden en el ranking de los ceramistas. La metamorfosis del barro en la obra de arte pasa por sus manos sin solución de continuidad, con una agilidad de prestidigitador, conocedor del oficio y artista de vocación, que deja asombrados a quienes contemplan su proceso y su trabajo.

            La cerámica, que narra la vida de los hombres, llega al refinamiento y la excelencia en manos de este artista valenciano. Su dominio del plano, el hueco y el volumen en el barro es una realidad pasmosa. Las piezas artísticas de Espinosa Carpio seducen la mirada e invitan al tacto, no siempre permitido ni oportuno.

            No se puede hablar de arte si no hay amor, decía Anton Chejov. En la obra cerámica del artista que nos ocupa, se percibe el amor por la materia, el cuidado en la ejecución, la paciencia en el matiz, la constancia en el buen acabado… todo ello es lo que lleva a la perfección, a la excelencia y al reconocimiento de su trabajo artístico.

            Señala Herbert Read que “la creatividad de un pueblo, su delicadeza y sensibilidad, pueden apreciarse claramente a través de su cerámica”. Vicente Espinosa Carpio transmite su habilidad de manos, su capacidad creadora y su hálito de artista, por medio de su cerámica singular, a través de una obra, en la que el barro alcanza la cima del arte”.


martes, 20 de octubre de 2009

Vicente Espinosa Carpio, artista y maestro de cerámica en Valencia




Julia Sáez-Angulo

         20.10.09.- Ha sido Premio Nacional de Cerámica y todos cuantos conocen su trabajo y saben de la materia dicen que tiene una mente y unas manos prodigiosas para modelar el barro y crear escenas costumbristas o de género increíbles, con imaginación, paciencia y sentido del humor asombrosos. Su trabajo artístico se enraíza en la rica tradición valenciana más remota y creativa, en la que él constituye un brillante exponente. Sus piezas maravillan en las exposiciones internacionales y fascinan la mirada de los que se acercan a contemplar la infinitud de detalles formales o cromáticos, sea en los murales o en las piezas tridimensionales.

Vicente Espinosa Carpio (Alfara del Patriarca. Valencia, 1947), autor entre otros muchos del gran mural del céntrico Banco de Comercio en Valencia, tiene una trayectoria jalonada de reconocimientos y premios como el Alcora, “Ceramista Cotanda”, Manises, Diputación de Valencia, etc. Licenciado en Bellas Artes, su carrera se inició a finales de los 70 y sus piezas se encuentran en manos de los mejores coleccionistas de cerámica. Actualmente tiene instalado su taller en Burjassot, localidad cercana a la capital del Turia donde, además de su trabajo creativo, imparte la docencia.

Plano, hueco y volumen se reparten por igual en la obra de Vicente Espinosa, un artista que ha presentado recientemente una línea de cerámica moderna en soberbios platos cóncavos, si bien su trabajo más conspicuo lo encontramos en sus conjuntos cerámicos como el titulado “El vendedor de cerámicas”, todo un prodigio de la variedad de vasijas que pueden hacerse en el torno, lo que no deja de ser un guiño singular a su propio oficio. El mismo tema se alude en la figura “Vendedora de cerámica a caballo”, en la que una mujer joven, abrigada con una capa blanca sobre un rocín bien enjaezado con las angarillas repletas de cacharros, abraza un ánfora. Algo similar cabe decir de sus obras “El restaurador de instrumentos musicales” (1993); “Aclamación de la Virgen de los Desamparados; “El boticario”; “El coleccionista de muñecas”; “El escritor”... escenas de género con tipos populares vivos o añejos de evidente carga poética.

El autor valenciano aborda con igual dominio la recreación de la arquitectura, como lo ha puesto de manifiesto en Valencia con sus obras con el Ayuntamiento, la fuente del Llano del Real, el Mercado Central o la fachada de la antigua escuela de Artes y Oficio de Burjassot. Aquí el dominio del dibujo se hace patente.

Relieve sobre la catedral de Valencia

La maestría y el refinamiento son las características claves de la cerámica de Vicente Espinosa, un creador, un escultor de cerámica, capaz de invertir horas en una pieza magistral, exquisita, renacentista, romántica o barroca hasta el éxtasis. Entre las obras más señaladas se encuentran el “Relieve sobre la catedral de Valencia”; “La fuente de los ríos”; “El mirador” o “Los cuatro cántaros”, con un medallón central de angelotes... El escultor es capaz de articular una obra con casi un centenar de pequeñas piezas, en una composición llena de acierto y ritmo. Nada importa la escala; su quehacer recorre todo el espectro de formatos. El autor domina y controla el proceso que va des el modelado del barro hasta la cocción o sucesivas cochuras en el horno a distintas temperaturas.

Los expertos saben que hay que contar con este artista como perito técnico ceramista o asesor técnico de restauraciones cerámicas. Su diagnóstico y prescripción son definitivas. Vicente Espinosa parece haber catalizado en su escultura el saber antiguo del barro de los celtas, edetanos, romanos y árabes. Su estética se acerca al refinamiento renacentista italiano o a la gracia romántica de Alcora; también hace guiños y homenajes a la cerámica popular valenciana de gusto barroco o popular, en la que el oficio y el arte se dan la mano sin solución de continuidad. Cerámica vidriada con acentos mediterráneos en la mirada y el cromatismo. En resumen, un escultor de cerámica que gusta de abordar los distintos registros, dentro de su particular lenguaje.

Espinosa Carpio está en la noble saga de los escultores ceramistas valencianos, mediterráneos en suma, que alcanzaron la cumbre en la Ilustración dieciochesca. Valencia cuenta por derecho propio con uno de los mejores museos de cerámica el González Martí en el célebre palacio del marqués de Dos Aguas; un museo que cuenta con piezas soberbias atesoradas por la pasión de un coleccionista, entre las que se encuentran obras del artista que nos ocupa. También los museos de Manises y Alcora (Castellón) atesoran su obra.

Tonos suaves, trazos finos, sensibilidad de detalles, preciosismo o sutil acabado, demuestran que el artista Vicente espinosa domina el modelado, la tercera dimensión de la escultura y el cromatismo de la pintura; que es exigente en su trabajo. Su firma se inscribirá con honor entre los grandes ceramistas de la historia del arte, como los hermanos Della Robbia. Las piezas del maestro Vicente Espinosa están y estarán presentes en las colecciones cerámicas, públicas o privadas, más representativas.