José Ramón Lozano expone "Esencias" en la galería Bat de Madrid
"Esencias"
Martes 21 de mayo a las 20 horas
(del 21 de mayo al 20 de julio de 2013)
Lo primero que llama la atención al ver la pintura de José Ramón Lozano es la fragmentación de sus figuras, y no desde el punto de vista compositivo porque en su caso no es el encuadre el que las delimita sino el que se muestren o no a vista del espectador. Así, unas veces nos encontramos con lo que podría ser un cuerpo entero que, sin embargo, está desprovisto de cabeza y en su lugar hay un borrón, como si el espacio se hubiera, nunca mejor dicho, comido esa parte de la figura. Y digo figura porque el pintor no pinta personas humanas sino tan sólo recuerdos de ellas en un mundo donde los humanos se han extinguido y solo quedan esas imágenes borrosas que no siempre se dejan ver en su totalidad. Esa inquietud nos paraliza al contemplar sus visualizaciones y nos hace concebir sus cuadros figurativos como pinturas abstractas plagadas de contenido existencialista.
Otras veces nos encontramos con rostros de amplia magnitud en actitud pensante o ensimismada, que cruzan su mirada con la del espectador, conscientes de que están siendo observados. Incluso podemos ver lo que piensan, perdidos como estamos en la superficie del lienzo. Nos sorprende su expresión y nos preguntamos ¿por qué nos miran? Dentro de la eternidad en la que están atrapadas sentimos miedo de la sola idea de permanecer para siempre anclados en el tiempo y la leve idea de la muerte, la ruptura, el fin nos tranquiliza. En definitiva la duración, lo que empieza y lo que acaba, como esa pincelada dinámica que modela las formas pero que contradice el estatismo de las figuras transformadas en ensoñaciones, pensamientos dibujados en el lienzo del tiempo.
El espacio es neutro pero no plano, convirtiéndose en el magma del que surgen las evocaciones del artista, esas figuras que parecen nacer por iniciativa propia al mezclarse la pintura con la tela. Una atmósfera que modela las formas y decide que mostrar, concibiendo el conjunto como una unidad, como elemento orgánico, ya que es imposible pararse en los detalles. El fondo crea la figura y al mismo tiempo la abstrae de la realidad más inmediata transportándola a mundos más etéreos en una volubilidad remarcada por la débil delimitación de los bordes de las formas transparentes. Efigies de colores pálidos como los tintes del pensamiento.
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viernes, 17 de mayo de 2013
Etiquetas:
Fernando Rodríguez Salas,
Galería Bat,
José Ramón Lozano
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