Julia
Sáez-Angulo
Su
gallina en pepitoria no falta porque tiene fama y todos los guiris la solicitan porque lo han leído
en las recomendaciones de las revistas gastronómicas. Casa Ciriaco es una firma
de restauración de tradición y prestigio en la Villa y Corte de Madrid, fundada
en 1923. Como almacén de vinos, se remonta a 1897. En el 84 de la calle Mayor
sirve comidas y ha servido a reyes, príncipes, nobles, políticos, diplomáticos
y ciudadanos todos que se acercan al establecimiento.
Godofredo Chicharro García,
Godo, (Santibáñez de Ayllón. Segovia, 1939) dirige Casa Ciriaco como buen
descendiente del fundador, el palentino tío Ciriaco. Es alabardero del Rey,
título del que se siente orgulloso, porque sirvió comidas a los militares
españoles en Sarajevo, Mostar y otras ciudades del conflicto, durante la
Navidad de 2009. “El teniente coronel, don José Faura, nos despidió en el
aeropuerto a las seis de la mañana. Eso también es de agradecer”, dice
Godofredo.
Ahora, el sobrino de Godo,
Francisco Chicharro es el maitre, ayudado en su gestión por Alex Rodríguez.
Amparo Moreno, de la misma familia del fundador, lleva la cocina con sabiduría
y acierto.
La carta está llena de sugerencias:
la perdiz con judiones de La Granja, perdiz y trucha escabechada, carne a la
riojana, callos a la madrileña, espléndidos espárragos gordos de Zamora,
revuelto de patatas Julio Camba (el escritor, cliente de la casa, que se
empeñaba en decir con familiaridad, que “Casa Ciriaco es una casa de comidas
más que un restaurante)… Los postres son en su mayoría caseros.
Aunque los directivos y
empleados de Casa Ciriaco guardan discreción y silencio sobre sus clientes, se
han visto por sus mesas al rey, a los príncipes de Asturias (el Príncipe de
Asturias inauguró la bodega), a Don Leandro de Borbón, Miguel Herrero y
Rodríguez de Miñón, Fernando Ledesma, Alfonso Palomares… Y pasaron por su
establecimiento, Doña María de las Mercedes de Borbón, madre del Rey, que allí
entregó los trofeos taurinos; el alcalde Tierno Galván; su mano derecha Ana
Tutor; Martín Pérez Bermejo, propietario del bar Labra; el abogado Antonio
Valero de Vega; Paco Chumilla, Cesáreo de Miguel, el corresponsal de la R.A.I.
Annibale Vasile…
El pintor Zuloaga, el
humorista Antonio Mingote, el escultor Sebastián Miranda y los toreros Domingo
Ortega y Juan Belmonte, han sido habituales de Casa Ciriaco, así como los
integrantes de la “Tertulia de Julio Camba”.
“Doña María, la madre del
rey, sabía mucho de toros. Yo lo veía porque también me va mucho la fiesta”,
declara Godofredo Chicharro, con satisfacción.
Godo recibe con simpatía y
gracejo a los clientes: ¿Hola Godo, como está? / Bien, perdiendo dinero pero
ganando amigos.
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