L.M.A.
Juana María Herce es la autora del poemario Bajo diversos cielos, publicado por Liber Factory. Se trata de una
larga elegía a la muerte de un hijo, estructurada en tres partes: Elegía,
Peregrinación y Lugares.
El libro, que va ilustrado
por Pepe González y María Contreras, lleva un prólogo de la escritora Julia
Sáez-Angulo y un epílogo de María Contreras Herce. El libro será presentado en
la Asociación de Amigos de la Poesía de Arroyo de la Miel (Benalmádena,
Málaga), asociaci´pon a la que pertenece la autora.
Juana María Herce García (Quel. La
Rioja, 1954) estudió Derecho y ha escrito poesía desde muy joven. Bajo diversos cielos es su primer libro
editado, si bien su trayectoria poética se ha visto en talleres, recitales y
certámenes. Actualmente vive entre Málaga y Madrid.
Aliado del viento, te enfrentaste / al mar y su oleaje
/emprendiste la última batalla. / Bajo la lengua llevabas la moneda / para
pagar la barca de Caronte; sobre la mesa de la casa cerrada, / una rama dorada
y un folio en blanco, dice el primer
poema del libro.
“La elegía como género
poético, definida por el DRAE como composición
poética del género lírico, en que se lamenta la muerte de una persona o
cualquier otro caso o acontecimiento digno de ser llorado, y la cual en español
se escribe generalmente en tercetos o en verso libre. Entre los griegos y
latinos, se componía en hexámetros y pentámetros, y admitía también asuntos
placenteros”. La elegía como lamento, grito y pena por la pérdida.
En Roma
En Roma
Tres elegías célebres
La escritura ayuda a evacuar
la tensión del sentimiento y lo alivia. “La escritura abre y cauteriza al mismo
tiempo las heridas”, dice Juan José Millás”, escribe María Contreras en el
epílogo, donde expone las tres elegías célebres de la lengua castellana: Coplas
a la muerte de su padre, de Jorge Manrique; el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de García Lorca y los poema de
Miguel Hernández a su hijo muerto y a la muerte de su amigo Ramón Sijé.
Llueve sobre naranjos y limoneros / y la
lluvia suena a acordes de guitarra, a palmas, a canto por soleares / y a toro bravo. Lluvia de
abril en el sur, dice la estrofa de uno de sus poemas.
Julia Sáez-Angulo escribe en
el prólogo de Bajo diversos cielos: “La
poesía es un desquite contra la vida, lo que no es una solución, pero sí un
consuelo. Por aquí nos vamos acercando a la poesía de Juana María Herce, versos
abiertos nacidos del dolor de la pérdida, del vacío de la ausencia, de la
herida abierta y sangrante, de la oración y la súplica desgarrada, del caminar
fatigoso y continuo del peregrino hasta lo extenuante, hasta alcanzar el perdón
y la aceptación ante Dios de la vida como misterio errante. “El poema es la
casa de la presencia”, escribía el premio Cervantes mexicano Octavio Paz. La poesía atrapa los destellos del alma;
funde ideas y ritmo, lo vital con lo verbal.
Bajo diversos cielos es el primer libro de Juana María Herce, por más que haya escrito versos y
narrativa desde muy joven. Es una opera
prima que se abre como catarsis de una experiencia dramática. Poesía que
habla de los temas universales como el amor, el dolor, la vida, el mal, el
miedo, la felicidad, la naturaleza, la muerte, Dios… Versos libres con frecuencia, que prescinden
de la forma métrica conocida y dejan indeterminada la frontera entre la poesía
y la prosa. Como cada poeta, la autora ofrece los matices de su realidad; el
iceberg de su existencia.
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