Del
18 de septiembre al 31 de octubre
L.M.A.
Del
18 de septiembre al 31 de octubre la galería Espaciofoto acogerá la exposicion "Astígmata", con 19 fotografías en blanco y
negro de Sofía Santaclara.
Poemas
del cuerpo y de la piel, los autorretratos de Sofía Santaclara (Oviedo, 1970) miran
y se desnudan ante la cámara; al tiempo que reflejan su mundo interior, callan
para decirlo todo. Los ojos de astígmata y las córneas deformadas de la
fotógrafa asturiana le regalan refracciones e ilusiones ópticas ambiguas y
distorsionadas. De alguna manera, para hallar la forma deseada y crear su
propia narrativa, la artista ha querido buscar la pérdida del contorno, hallar
su propia luz.
En parte, la seducción y el encanto de estas imágenes procede de su
denso sustrato cultural, en el que se rastrean los ecos de grandes fotógrafos (Kertesz,
Cunningham o Yamamoto, entre otros). Santaclara juega con las formas del
surrealismo y debe ciertos gestos así como la sensación de movimiento a su otra
gran pasión, la danza.
Al igual que Frida Kahlo, la fotógrafa afirma hacer autorretratos
porque, está sola muy a menudo y porque es "la persona que mejor conozco".
Lo
que es transparente
Sobre todo el agua, y contenida en
recipientes del mejor cristal, pudiera ser de Bohemia, o Val San Lambert, los
artesanos del vidrio venecianos, las ciudades acuosas, Brujas y siempre la laguna Veneta; las mitologías finiseculares,
el miedo a ahogarnos en sus aguas. En el interior de estos vasos ocurren cosas,
hay brillos, reflejos, refracciones que se producen cuando la onda choca contra
el agua en ángulo oblicuo, y un cambio de dirección nos asombra con irreales
espejismos. El reflejo en los buenos espejos es de una gran calidad, pero no
por ello el resultado es una imagen clara, nítida, ocurre que puede haber
destellos que en su luminosidad oscurezcan en lugar de iluminar, que extrañen,
imágenes que no son las previstas.
Hay muchos tipos de espejos, el de
Alicia, el de la madrastra de Blancanieves -era hechicera-, el de Cocteau,
quizá el de Claude Cahun, son los mismos blancos, grises y negros. Esas lunas
que muchas niñas utilizan, frente a ellas ensayan con sus cajas de pinturas,
sus disfraces, sus miradas, y sus cuerpos. Solas ante el cristal que les
devuelve la imagen incierta… es un juego. Se puede provocar, conjurar, amar a
los espejos. Mercurio líquido fotografiable cuando se mira y se utilizan
lentes. Quizá entre espejos y lentes –siempre cristales- anda el juego, reflexionando. Lentes astigmáticas, sí,
error de refracción cristalino que
torna la visión borrosa, la desfigura y la difumina.
Algunas niñas privilegiadas, cuando
se convierten en mujeres, no han olvidado aquel juego, es el juego de la
expresión, consciente, inteligente. Es necesario que haya un universo que se ha
ido conformando por miles de palabras
que deben ser concretadas y ordenadas, para darle sentido. Es ese
universo el que pide a gritos ser expresado, cristalizado, y con la dificultad,
de que debe serlo de la mejor manera posible, porque ese cosmos tan solo existe plasmado. Para ello todos los
recursos del lenguaje son válidos. El cuerpo, el rostro, ambos en una total
desnudez, en la manera en la que danzan, en un escenario, es visual, el texto
que subyace obsesivamente -esas miles de palabras previas-, no hay universos
sin mitologías personales, sin citas, en el caso que nos ocupa, sin la
sensualidad de Eros, y sin el recordatorio de Tánatos.
Parecería un escenario teatral pero
no lo es. Es una experiencia creada exclusivamente para la cámara, la obra, es
una obra fotográfica, la experiencia son las propias fotografías. Parecerían
autorretratos al uso, pero no lo son, no hay finalidad de retratar, de hacer
retratos, de “mostrar el alma del retratado”, sí de expresar el alma del juego.
Actas notariales del extraordinario universo de Sofía, sin duda con la ayuda de
esas lentes y esos ojos extrañamente pulidos que sirven para fotografiar
reflejos, y para transformar el mundo si nos atenemos a Spinoza.
Eduardo Momeñe
Espaciofoto galería
www.espaciofoto.com
C/ Viriato, 53, Madrid
Tel: +34 91 591 69 78
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De lunes a viernes: 10.30-14.00 h. /
17.00-20.30 h.
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