Baco
Baco del Hermitage
L.M.A.
Interesante
el hallazgo de un nuevo Rubens en España, del que el profesor Matías Díaz
Padrón ha dado explicaciones científicas. Es el Baco que
compró el Marqués de Leganés a Rubens, con quien es bien sabido mantenía una
gran amistad. Lleva el número 1233 en el lado derecho del lienzo. Este número
corresponde al que encuentro en el inventario de la fabulosa colección en 1655.
El texto del inventario dice lo que sigue:
“Nº1233 Más una pintura de un dios
Baco que tiene dos varas de largo y de ancho 2 y ¼ con una mujer que le tiene
abrazando y echando vino a una taza y con dos niños y su hijo que está bebiendo
de manos de Rubens en / fol.665/1000.”
Ésta pintura del marqués de Leganés, la dan
por obra perdida todos los estudiosos y tratadistas de Rubens de los siglos XIX
y XX hasta ahora. De idéntico tema, hay otra réplica en el Hermitage, de la que
te envío fotografía. Es la que procede de la colección del mismo Rubens.
“Recuerdo que me dijiste, que a mí me tocan
las cuestiones más conflictivas, no sé si por casualidades del destino o por
trabajo. El caso es, que me veo con una pintura documentada con todo detalle
que hizo Rubens para su amigo, perdida durante cuatro siglos. Todos los
estudios de Rubens la citan entre las pinturas del maestro desaparecidas”,
declara el profesor Díaz Padrón.
“Hoy, podemos afirmar que existen dos otras
idénticas. La que encarga el Marqués de Leganés a Rubens y otra que hizo para
sí mismo y que conservó hasta su muerte en su testamentaría. Es la que está en
el Hermitage, que podemos seguir con precisión. Una y otra son
idénticas. Las diferencias son escasas salvo en la mayor amplitud del espacio
en el original de Leganés. Fácil de comprobar cotejando uno y otro lienzo. La mayor
amplitud de anchura se debe a la mutilación de los extremos derecho e izquierdo
en la del Hermitage han sido cortados. Esto fue advertido por los que lo han
estudiado. El descubrimiento de la de Leganés, nos permite fijar con exactitud
las proporciones reales. El efecto del tiempo ha producido mayor daño a la
pintura que tratamos que, por fortuna, ha sido bien restaurada. La composición
íntegra era ya conocida por la existencia de una copia antigua en los Uffizi”.
“Creo que este hallazgo, del que preparo un
estudio detenido, llena un vacío en la obra de Rubens. Utilizó para el Baco una
escultura antigua por la que Rubens tenía gran estima, como la tuvo siempre
para su amigo el general español. Pacheco nos habla de su gran amistad. Rubens
dijo del marqués de Leganés que era uno de los hombres que más sabía de pintura
del mundo”, concluye Díaz Padrón, antiguo conservador del Museo del Prado,
experto en pintura flamenca..
Díaz Padrón recogió no hace mucho en Viena, el
Premio de la Unión Europea de investigación.
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