viernes, 24 de abril de 2015

“Filigranas”, publicación del Taller de Escritura Creativa Boadilla Troquel


Carmen de Silva


Julia Sáez-Angulo

         La escritura es un arte y un oficio, que se aprende, que se puede aprenden y que fructifica mejor en aquellos que tienen dotes de entrada y se aprestan a una continua práctica y mejora. Este es el punto de partida del Taller de Escritura Creativa Boadilla Troquel, dirigido por la escritora Carmen de Silva en los espacios del Ayuntamiento de Boadilla del Monte (Madrid).

         Hay dos clases de escritores dijo Juan Goytsolo en su discurso de recepción del Premio Cervantes, dotado con ciento veinticinco mil euros: unos los que buscan promoción y carrera y, otros, los que se empeñan en escribir y seguir investigando e indagando para hacerlo cada día mejor.

         Escribir bien es un arte y un oficio que no se acaba nunca, por eso, Mario Vargas Llosa y Juan Goytisolo hablan del escribidor, aquel que insiste atento camino de la perfección, aunque sepa que no la logrará nunca y que serán otros testigos los que continúen en esa indagación infinita de la palabra, de la lengua. Y después, corregir, corregir, tachar y corregir de nuevo, dejar reposar la escritura y enfrentarse a ella al cabo de unas semanas como un lector ajeno. Asé se da brillo y esplendor a la palabra.

         La escritura como la danza o el violín, requiere entrenamiento diario. Nulla dies sine línea, decían los clásicos. Ni un solo día sin escribir una línea, para acabar como el Tostao, ese personaje de la catedral de Cuenca de quien se decía que no pasaba un solo día sin haber escrito la página de un libro.  

         Carmen de Silva estimula y motiva a sus alumnos del Taller de Escritura Creativa para practicar distintos géneros o más bien recrear diferentes temas, aunque esto último sea lo secundario. Un viaje en metro puede ser más apasionante si está bien narrado, que otro a Nepal.

      Liria Lamiel, Concepción Sánchez, Marta López, Gema Martín-Romo, José L. León, Leonor Roca, Gloria Bermejo, Rafael Urías y Miguel Ángel Sánchez, son los autores de los relatos publicados en Filigranas.

         En la Literatura hay soles, lunas y estrellas, cada cual brilla con su propia luz, pero como decía el premio Nobel Gabriel García Márquez, el mundo de cada cual es intransferible, por eso cada uno debe escribir de él y como él, sin compararse con nadie, aunque haya que leer, eso sí, a los maestros. La lectura será siempre semilla de buenos escritores.

        


         

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito, Julia. Besos, Trinidad Romero.

Anónimo dijo...

Gracias, Julia, la diligencia es una de las muchas virtudes que te adornan. Carmen de Silva