Julia
Sáez-Angulo
La
escritora salmantina Pepa Miranda, residente en Madrid, ha presentado su libro
de haikus Traje de armiño en la sala alta
del Café Comercial de Madrid. Pablo Méndez ha presentado a la autora y ha hecho una breve disertación sobre los haikus
como forma métrica nacida en Japón.
El
haiku, poema de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas, que nació en Japón
y ha sido adaptado de medio singular al español. Acoge la “sutileza de lo
cotidiano”, señaló Pablo Méndez. “No hay que buscar situaciones dramáticas en
los haikus, sino de apreciaciones sutiles”.
El haiku
es siempre algo dulce, cercano a la naturaleza, que se ve en un instante. María Josefa Cantos Hernández (Salamanca, 1938) ha sabido captar el pequeño mundo cotidiano y capta la esencia en él.
Méndez estableció cierto paralelismo entre la delicadeza del haiku y el sushi, “un
preparado pequeño de arroz en torno a un trozo de calabacín, por ejemplo”.
Tanto el
sushi como el haiku pueden crear adicción. Una vez comenzado el proceso de
componer haikus, se produce una cierta continuidad. Pepa Miranda ha escrito dos
centenares de haikus en su libro y con ellos logra la esencia, algo que no han
logrado otros escritores de haikus como Mario Benedetti.
“El
haiku está de moda y Pepa Miranda los lleva a cabo con excelencia”, concluyó el
director de Vitruvio, quien recordó el haiku dedicado a Gabriel García Marquez,
tras su fallecimiento:
García Márquez
gran soledad nos dejas.
Que Dios te acoja.
Pepa
Miranda por su parte recordó las personas que han influido en su inquietud
literaria, desde su padre, muy pendiente de la buena dicción, la escritura y el
lenguaje; la monja que fue su profesora de Literatura en el internado
salmantino, y finalmente Fernando Lázaro Carreter, profesor exigente y sabio en
la Universidad. “Este último especialmente me marcó en lo literario”, dijo la
autora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario