Con motivo del 30 aniversario de la muerte del artista, la Galería Guillermo de Osma presenta una exposición antológica de Jean Dubuffet, compuesta por 36 obras entre pinturas y dibujos que recorren toda su trayectoria artística. Esta exposición, realizada en colaboración con la Galería Marc Domènech de Barcelona, es la primera de Dubuffet realizada en Madrid en una galería de arte.
La muestra comienza con obras fechadas en el año 1944 y finaliza con una pintura de 1984, cubriendo así un abanico amplio y representativo de la variada producción que Jean Dubuffet realizó en el transcurso de cuatro décadas. Algunas de las series más conocidas de su trabajo artístico, como Portraits, Assemblages d’Empreintes, Matériologies, Texturologies, L’Hourloupe, Parachiffre, Partitions, Psycho-sites y Non-lieux, configuran el discurso de esta exposición.
Esta exposición ha sido posible gracias a la colaboración de muchos coleccionistas y entidades, entre las que destacan la Fondation Dubuffet de París, el Museé Granet de Aix-en-Provence y la Fondation Jean et Suzanne Planque de Lausana.
Jean Dubuffet (Le Havre, 1901 – París, 1985) está considerado como uno de los artistas más importantes del siglo XX y, sin duda, el último gran artista francés de una larga saga que empieza en el siglo XVIII. Nacido en el seno de una familia de comerciantes de vino, Jean Dubuffet se interesa por el mundo del arte desde muy joven, como él mismo describe en su autobiografía: “Todo se puede aprender si uno se aplica a ello con perseverancia. Así que decidí abrazar (…) la profesión de artista”. Se inscribe en diversas academias artísticas, entre ellas la Académie Julian en París. A pesar de entablar contacto con artistas como Masson, Léger y Gris, sus dudas sobre los valores de la cultura le alejan inicialmente del mundo del arte. Después de unos años de juventud llenos de vicisitudes, en los que se debate entre este mundo y el negocio familiar, en 1942 decide finalmente dedicarse de lleno a la carrera artística. Esta época inicial, marcada por una visión del mundo amarga y existencialista, es precisamente la etapa en la que, a consecuencia de su fuerte posicionamiento anticultural, se interesa por las producciones creativas de los enfermos mentales, así como aquellas realizadas al margen de la oficialidad artística que bautiza con el término de Art Brut.
Después de sus viajes a Argelia y al Sahara y la realización de un conjunto de obras de temática árabe, empieza a finales ya de los años 50 la serie Texturologies y Matériologies. Con ellas se sumerge en el tema del mundo de la materia y utiliza diversos elementos biológicos partir de los cuales crea una serie de obras que se acercan al informalismo imperante en la época.
A partir de los 60 con las famosas series Paris Circus y L’Hourloupe, su obra se llena de color y de una vitalidad casi delirante: “Quiero que mi calle resulte una locura, que el pavimento, las tiendas y los edificios entren en una danza enloquecedora, por este motivo deformo y distorsiono los contornos y los colores” .
La última serie que pintó, recibió el título de Non-lieux. En su autobiografía describía las obras que pertenecen a este conjunto como “pinturas que no aspiran ya a representar el mundo, sino su incorporeidad, la nada, espectralmente poblada de los fantasmas que proyectamos […]. Mis pinturas llamadas Non-lieux, de condición tan particular, tan difícilmente admisible, terminarían en diciembre de 1984 y darían paso una vez más a un período inactivo que se prolonga desde entonces. Mi salud es mala y camino con dificultad y me aqueja un ahogo permanente”. Poco después, en 1985, Dubuffet moriría en París a la edad de 83 años.
Con motivo de la exposición se publicará un catálogo con textos de Jean Planque y Florian Rodari, donde estarán reproducidas todas las obras de la exposición.
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