Pepa Calvo prepara su gran exposición de Pintura en Madrid

Julia Sáez-Angulo

         22.11.2015.- La pintora Pepa Calvo tiene su estudio en un décimo piso y eso puede explicar su última serie pictórica  Cosechadores de nubes, en donde la sutileza de cielos y atmósferas se extiende por la geografía de sus cuadros.

         Dispuesta a presentar sus últimos trabajos artísticos en Madrid, Pepa Calvo Azcárate (Arnedo. 1942, La Rioja) presenta cada uno de sus cuadros con referencias precisas, al tiempo que intercala los recuerdos de sus profesores de Bellas Artes en Pamplona y Madrid, desde Gerardo Sacristán para quien preparan un homenaje hasta Antonio López.

         “Vengo del amo al oficio de pintar y eso se me nota. Ha sido una constante a lo largo de mi vida y lo han visto todos aquellos que han convivido a mi lado”, declara Pepa Calvo, una artista trabajadora y luchadora desde sus inicios, que ha ganado su vida pintando numerosos murales y retratos a lo largo de los años.

      Sus obras se encuentran hoy en ciertos hoteles, Parlamento de La Rioja y otras instituciones.

         “Quiero culminar ahora con una muestra pictórica individual en Madrid, para mostrar la serie Cosechadores de nubes, una veintena de obras entre óleos y dibujos, que comprende grande y mediano formato”, explica la pintora.

         Dominan los colores azules y blancos, verdes y grises, toque rojizos y ocres de vez en cuando… El hombre, un personaje diminuto, asoma en algunos de estos lienzos para recordar la medida de las cosas y el punto de mira.

         Algunos de estos cuadros revelan momentos inquietantes, poéticas y/o sobrecogedoras escenas de soledad. Pepa Calvo es una pintora simbolista, moderna, con un mundo propio singular que hace sus cuadros reconocibles. Con cierta sonrisa me muestra los dos tomos del Diccionario de símbolos, que le ha regalado una amiga. Le hablo del que escribió Juan Eduardo Cirlot sobre el mismo tema.

         Ofelia, el personaje femenino de Hamlet, que flota sobre el agua, es motivo de representación en dos de sus últimos cuadros. El agua, el río, las flores… todo un mundo que revela un ambiente; una atmósfera de neblina que pone acentos románticos en ocasiones. A la autora le gusta trabajar de vez en cuandos sus obras en formato tríptico.

         Pepa Calvo vuelve a hablar de “los pintores a quienes nos enamora el oficio”. Cita con afecto y respeto a colegas como Eduardo Arenillas o Matías Quetglas, entre otros. “Hemos hecho muchas cosas juntos y luchado por un ambiente más honesto en el mundo del arte”, declara.

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