6 de mayo - 7 de septiembre de 2016
L.M.A.
El comisario de la exposición Óscar Alonso Molina dice en la presentación:
"El orden de lo imaginario es, como anuncia el subtítulo de la exposición, “una suerte de retrospectiva” de Guilllemo
Pérez Villalta organizada con motivo de la incorporación del artista a la Galería Javier López & Fer Francés, para la
cual se han reunido desde obras y series ya históricas hasta algunos ejemplos de su trabajo más reciente.
La obra
sobre papel y el dibujo conforman los ejes principales de la muestra, reuniéndose bajo tal premisa algunos de los
ciclos más vastos y ambiciosos abordados por el artista a lo largo de las últimas décadas, y que difícilmente podrían
verse en un espacio privado que no contara con las características arquitectónicas de esta galería.
Así, el espectador podrá contemplar reunidas las doce piezas que componen su Zodiaco (1991), magnífica
serie de dibujos realizada a partir del encargo de decorar el techo del Pabellón de Andalucía para la Expo del 92, en
donde el artista relacionó los doce trabajos de Hércules con los signos zodiacales en un alarde creativo de referencias
cruzadas entre mitos y símbolos.
Junto a ella, otra serie especialmente destacable es la imaginativa lectura de Los
Viajes de Gulliver (2005), que Villalta desarrolló a lo largo de cien ilustraciones por encargo de Círculo de Lectores a
mediados de la década pasada.
Completan la selección algunos dibujos sobre tabla inéditos, parafraseando con inesperada ironía
determinados momentos de la historia de la música pop; una serie de acuarelas y temples de formato lúdico e
irregular; y, entre los distintos ejemplos de pintura que dan un punto de apoyo para esta visión de los logros del
dibujo en la trayectoria de Pérez Villalta, explicando las relaciones que se establecen con las imágenes “finales”, se
expondrán también algunos de esos recentísimos paisajes con reminiscencias clasicistas, mediterráneas y
metafísicas, que le ocupan en la actualidad.
De este modo, el conjunto aspira a describir un arco, si no completo, sí al menos representativo, del origen
en los intereses del artista a día de hoy, funcionando como una suerte de mirada transversal por su trabajo del
último cuarto de siglo.
El contumaz eclecticismo con que se enfrenta a la creación de cada imagen, y en este sentido
su continua y sabia relectura de los estilos históricos; su apasionada defensa del ornamento y las artes aplicadas
como estímulos para la fantasía o, más exactamente, para el orden de lo imaginario; la atención a las tradiciones, los
nombres, las ramas desatendidas del buen gusto oficial; la desinhibición en que iconografía y biografía se
entremezclan, primando el placer y el capricho en todo caso; en definitiva: su radical e innegociable independencia
estética, sostenida a contracorriente de las modas, quedan al cabo magníficamente representadas en esta selección
y montaje, donde se ha intentado que las obras seleccionadas establezcan diálogos sutiles pero firmes que subrayen
la gran personalidad de este artífice y su curiosidad universal por todas las manifestaciones del espíritu humano y de
la cultura en particular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario