Julia
Sáez-Angulo
El sueño de una noche de verano, una de las obras más célebres de Shakespeare –quizás
la más fantástica y juguetona-, dirigida por Darío Facal, se representa en la
sala Fernando Arrabal del Teatro Español de las Naves de Matadero Madrid. Javier L. Patiño
firma la versión de la obra junto a Facal. La representación permanecerá en
escena hasta el 12 de junio.
El
teatro dentro del teatro, en el más puro barroco, es argumento de esta obra,
que a su vez tiene otros dos niveles de narratividad: el mitológico y el de los
mortales. Por un lado las bodas de Hipólita y Teseo, o las relaciones de
Titania y Oberón, por otro, el de cuatro jóvenes atenienses: Lisandro y Hermia,
Demetrio y Helena.
Los cómicos del teatro “interior” querrán representar
la obra de Príamo y Tisbe y al final
lo consiguen, provocando una gran hilaridad en los espectadores.
Todos
ellos se mueven por el bosque mágico o encantado en una noche de verano Midsummer night en la que, por el
solsticio y la magia, parece perderse la cabeza o extraviarse el corazón con el
elixir del fauno Puck. Un tejido lúdico de pasiones que es la vida, aunque a la
postre parezca un sueño.
Puck,
el célebre personaje de El sueño de una
noche de verano, viene a representar el papel de atolondrado Cupido, aunque
vista de fauno pánico. En esta ocasión Puck lo representa el actor de pequeña
estatura, Emilio Gavira.
Celebración
y fiesta al tiempo que zozobra por un sentimiento tan intenso y a la vez tan
complicado como es el amor. Una gafas en 3D, entregadas al espectador son un
guiño para ver lo que los otros ven y no se ve. Teseo maltrata a la mujer,
Hipólita suaviza.
La
obra tiene un montaje simple, con elementos sencillos y un fondo de pantalla
cambiante, ya siempre al uso en los teatros madrileños. La obra de Shakespeare
es por encima de todo teatro de la palabra y necesita poco más. Junto a los
juegos y equívocos del amor, están los arrebatos afectivos y trascendentes del
sentimiento amoroso, que sólo Shakespeare es capad de describir como lo que es:
un poeta.
Hay
versos memorables, porque Shakespeare es una “maquina” de citas preciosas.
Carmen
Conesa, Alejandro Sigüenza, Vicente León, Agus Ruiz, Oscar de la Fuente,
Alejandro Onieva y Katia Klein, van dando vida con acierto a los distintos
personajes de los niveles atenienses o intra-míticos.
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