Por
Julia Sáez-Angulo
20.08.17 .- Este verano, durante el mes de julio,
pasé diez días de turismo por la Garrotxa, comarca catalana bella donde las
haya, que registra históricos feudos y enterramientos del reino de Aragón, por más
que la semántica secesionista trate de maquillarlo o esculpir los hechos hasta
lo patético. En Ripoll nos recibió una gran pancarta: Benvinguts a la Republica de Catalunya, colgadura permitida por el
alcalde, hoy de plena actualidad. Ripoll
es uno de los reductos más separatista, comentó uno de los compañeros de viaje.
Efectivamente había bastantes banderas esteladas,
pero hice observar que había más balcones y ventanas sin ellas.
Nadie habló de que allí, en Ripoll,
había una nutrida colonia norteafricana, por mor de que la sectaria Generalitat
de Cataluña primó en la región la emigración islámica a la hispana, para evitar
la presencia de la hermosa lengua castellana hablada con donosura por los
latinoamericnaos, lengua reprimida en la enseñanza primaria de esa comunidad
autónoma del noreste. Cataluña firmó convenios de preferencia migratoria con
Marruecos –Lleida está llena de mujeres con velo y burka, por ejemplo, traídos para
la recogida de la fruta- y ahora vemos el agradecimiento de esa inmigración marroquí
con hechos como los de las Ramblas de Barcelona.
Sé que los buenistas replican con
que la comunidad islámica nada tiene que ver con el terrorismo, que el Islam es
religión de paz y todas esas cosas que leemos después de las tragedias
repetidas. Pero los hechos son tercos: los islámicos crean sociedades paralelas
con su barrios particulares, no se acaban de integrar en la cultura que les
acoge, esperan pacientemente ser mayoría para imponer sus normas; no se manifiestan
con los demás en contra de los atentados, sino aparte con su propia indumentaria que los cubre en
exceso, sobre todo a las mujeres que caminan dos paso detrás del hombre despejado
de cabeza, como señala su tradición…
Barcelona se creyó inmune para poner
jardineras o bolardos ante las Ramblas como se les había aconsejado. España,
Finlandia, Francia, Alemania, Inglaterra… ¡Europa está siendo atacada y lo
seguirá siendo por esos mismos yihadistas que salen de las comunidades
islámicas, sociedades paralelas a las nuestras en la nuestra ¿A qué se esperan
los dirigentes para defendernos como ciudadanos desarmados? ¿Dónde está el
análisis de la realidad presente y la prospectiva de futuro de nuestros
políticos, gestores de nuestras vidas en los despachos de moqueta? Que no se engañes, no les votarán mientras haya alguien de su estirpe. Y que no nos tachen de xenófobos a quienes
hemos perdido parientes o amigos por las barbaries de aquellos. Tengamos al
menos el derecho a la denuncia.
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