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Julia
Sáez-Angulo
5-may-18
.- MADRID .- El alcalde de Caudete (Albacete) Moises López ha inaugurado en el Museo Rafael Requena la exposición “Veinte pintores unidos por la acuarela”, que se inscribe
dentro de la IV Bienal y está comisariada por el pintor Pablo Reviriego, al que
acompañaba la pintora Mercedes Ballesteros, diseñadora del catálogo. La muestra
permanecerá abierta hasta el próximo 20 de mayo.
Los pintores participantes en la IV Bienal son: Antonio Arcones, Mercedes Ballesteros, Frutos Casado de Lucas, Aurora Charlo, María Jesús de Frutos, Julio Gómez Mena, Camilo Huéscar, Victoria Moreno, Ana Muñoz, Jorge Pedraza, Pablo Reviriego, Ricardo Rodríguez, Pablo Rubén, Piedad Santa María, Paco Segovia, Maite Uzurruanzaga, José Zorita y Javier Zorrilla.
Texto del Catálogo
El texto del catálogo dice: “Si
hay un arte en el que la luz brilla en transparencias, ese arte es la acuarela.
Oriente, cultura milenaria más antigua que la de Occidente, ha desarrollado con
maestría el arte de la acuarela, la pintura diluida al agua de manera monocroma
o polícroma. Un gran vehículo de expresión artística. Pintura delicada y
valiosa. Luz, forma y movimiento. Luz y éxtasis.
Lograr
la transparencia y la luminosidad equilibrada es la aspiración de los buenos
acuarelistas, siempre menos numerosos que los pintores al óleo, aunque buena
parte de ellos practiquen con ambos pigmentos y técnicas.
En
su maridaje con el papel, la acuarela es una técnica pictórica que se remonta
en China a un siglo anterior a nuestra era. En Europa se afirmó en el
Renacimiento y llegó a la cima con dos grandes nombres, Albert Durero y
Joseph Mallord William Turner, éste último precursor de la abstracción y la
vanguardia avant
la letre.
Turner
ha dejado una fecunda estela de acuarelistas en Inglaterra, donde el mismo
Príncipe de Gales la cultiva con pasión. Doña Ana de Orleáns, princesa de
Francia, también cuenta que en su familia se ha practicado siempre la acuarela,
porque, desde niños, se ha contado con un profesor de esta técnica artística.
Entre los Orleans hay acuarelistas notables.
España
ha dado grandes nombres de acuarelistas como el gran Mariano Fortuny y Marsal
(1838 – 1874), del que nuestra primera pinacoteca hizo una singular exposición
en 2011, bajo el elocuente título de Fortuny y el
esplendor de la acuarela en el Museo del Prado. Fortuny fue un
acuarelista suntuoso, preciosista. El orientalismo y el paisaje fueron sus
temas preferidos. Los grandes seguidores del arte de Fortuny fueron Martín
Rico, José Jiménez Aranda, José Tapiró, Antonio Fabrés, José Villegas o
Francisco Pradilla. El Museo del Prado atesora una buena colección de acuarelas
procedentes del legado de Ramón de Errazu.
El
comisario de la exposición 20 Pintores unidos
por la Acuarela, Pablo Reviriego, cita
en su libro de recuerdos personales Del valle a la
ciudad, a sus dos grandes
maestros admirados: Rafael Requena y Julio Quesada, “mis dos acuarelistas de
referencia” los llama. El mismo comisario se siente orgulloso de haber iniciado
la Bienal Iberoamericana de la Acuarela, nacida de la colaboración entre la
Agrupación Española de Acuarelistas, AEDA, y el Museo de la Real Casa de la
Moneda. Esta Bienal ha permitido confrontar los trabajos pictóricos de uno y
otro lado del Atlántico.
En
la obra actual de estos 20 Pintores unidos
por la Acuarela encontramos esa transparencia y luminosidad
requeridas. Belleza en definitiva, con toda la carga que esta palabra encierra.
El escritor austriaco Thomas Bernhard decía que “la belleza sobrecoge y
paraliza”, mientras que la poeta Margarita Larramendi habla en uno de sus
versos del “venenoso dolor de la belleza”.
Como
bien nos recuerda, el profesor Félix Ruiz de la Puerta: “La aventura
del conocimiento comenzó con los griegos, un pueblo inquieto que se sintió
seducido por las ideas de verdad y de belleza”. El arte de la
acuarela nos ha proporcionado hitos y cumbres de conocimiento y belleza. Una
buena razón poética”.
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