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L.M.A.
01/10/18 .- MADRID.- El Museo
Arqueológico Nacional ha inaugurado este
lunes 1 de octubre de 2018 la exposición temporal ‘Mvsas’, una excepcional
muestra que acercará al público a través de cuatro pinturas del siglo I d.C a
la colonia romana de Carthago Nova. Las obras que forman la exposición son el
resultado de las excavaciones llevadas a cabo en el Parque Arqueológico del
Molinete en Cartagena, uno de los trabajos arqueológicos más recientes y
punteros que hay actualmente en España.
La
excavación del Molinete está proporcionando nuevos datos sobre la historia y
cultura cartaginesas, y estas bellas muestras de su recuperación y restauración
podrán ser contempladas en el Museo Arqueológico Nacional, entre el 2 de
octubre y el 9 de diciembre de 2018, antes de ser llevadas a su emplazamiento
definitivo en el futuro Museo del Molinete de Cartagena.
La vida de las pinturas: creación, reutilización
y hallazgo arqueológico
Las
obras que conforman la muestra provienen de un ambiente público, fueron
halladas en el interior de una habitación del Edificio del Atrio del Molinete y
debían estar colocadas en la zona superior de las paredes. El Edificio del
Atrio, construido a mediados del siglo I y con cuatro grandes aulas en torno a
un patio central (atrio), fue posiblemente la sede (schola) de una corporación
de gentes quizás vinculadas al comercio y a los cultos a los dioses Isis y
Serapis, celebrados en un santuario adyacente.
A
inicios del siglo III el edificio fue reformado y varias de sus aulas se
compartimentaron para crear pequeños ambientes decorados con pinturas. En uno
de ellos se reutilizaron varios cuadros del siglo I con Apolo y las Musas y en
otro se pintó un texto conmemorativo que permite fechar la reforma en el año
218 y reabrir el debate sobre la crisis de la colonia en los siglos II-III.
Imagen: Situación del Edificio del Atrio. Digitalización L. Suárez Escribano.
La ubicación donde fueron halladas las pinturas no fue sin embargo su colocación
originaria, los cuadros debieron ser extraídos de otro ambiente no
identificado, presumiblemente en el momento en el cual este fue amortizado en
una nueva sistematización del edificio.
Extracciones
y reutilizaciones de pinturas son conocidos tanto por hallazgos arqueológicos
como por los textos antiguos, que describen estas operaciones en conexión con
elementos de particular mérito, o especialmente significativos por la
naturaleza del edificio en el cual habían sido colocados.
Un
Museion en Carthago Nova
La
suposición de que la pintura de Apolo estuvo acompañada por las
representaciones de las Nueve Musas hace imaginar que el ambiente originario
fue de dimensiones notables, algo inusual en otros ejemplos de este tipo. En
las operaciones de extracción y remontaje algunos cuadros pudieron perderse, o
bien las dimensiones del nuevo ambiente pudieron no haber consentido la
reutilización del ciclo completo de diez figuras. Ciclos con Apolo y las Musas
conocieron un favor particular en Italia a partir de mediados del siglo I d.C.
en ambientes en los cuales la presencia del dios acompañado de las figuras
femeninas, que protegían y simbolizaban diversas artes, debía recrear un
ambiente cultural (Museion) adaptado a las funciones convivales que en ellos se
desarrollaban.
Por
la calidad del estilo y de la técnica pictórica, los cuadros se pueden
paralelizar a los numerosos testimonios conocidos de los centros vesubianos
proponiéndose, por tanto, una datación en torno al siglo I d.C.. El virtuosismo
de la técnica pictórica, definida por superficies delicadamente alisadas y por
el uso de colores de particular prestigio como el denominado “azul egipcio”,
ampliamente usado, por ejemplo, en la vestimenta celeste de Callíope, demuestra
que se trata de un encargo importante.
Por
las características estilísticas parece que el trabajo fue ejecutado por
diversas manos, quizá artesanos de procedencia itálica, o formados en este
ambiente, como se observa confrontando la ejecución del rostro del dios Apolo
con la más plana del rostro de Callíope.
Un hallazgo, un contexto
La
fecha de la reutilización de los cuadros se puede establecer gracias al
hallazgo, en los contextos de derrumbe de los paneles, de un fragmento
pictórico con parte de una inscripción pintada de la que sólo se conserva la
parte final. Dicha inscripción contiene la datación consular con los nombres
del emperador Heliogábalo y el senador M. Oclatinius Adventus con el siguiente
texto, fechado entre el 8 de junio y el 31 de diciembre del año 218: [- - -]
Imp(eratore) M(arco) · Aurelio · Antonino · Pio Aug(usto) · et Advento · II
c(on)s(ulibus).
Se
desconoce aún si la conservación de las tres figuras es casual o si corresponde
a la situación originaria: las Musas endosan de hecho vestimentas de colores
contrastados y están vueltas en direcciones opuestas, como para encuadrar la
figura del dios de dimensiones menores. Los cuadros se han conservado con toda
probabilidad gracias a su calidad técnica, pero puede deberse también a la
voluntad expresa de conservar la memoria del ambiente originario y de las
funciones a las que estuvo destinado
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