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pintura de P. Hinojosa
Paloma Hinojosa
En la exposición
Julia Sáez-Angulo
Fotos: Peter Wall
Fotos: Peter Wall
05/10/18 .- MADRID .- “Pintura de
los cinco sentidos”, califica Carlos
González Pericot la obra de esta pintora, que toma las ciudades de Praga,
Venecia, París… como trasunto pictórico fundamental de sus cuadros, así como
las playas de palmeras de Levante o el Caribe, ahora cuadros expuestos en la Fundación
Pons de Madrid, en un montaje impoluto y perfecto que hace resaltar sus lienzos
y metacrilatos. El catálogo, en esta ocasión, es una recopilación de poemas que glosan la obra, más que catálogo en sentido escrito, que requiere un mínimo CV de la artista y una mínima ficha técnica de las obras.
Bien acompañada en una inauguración nutrida de visitantes,
coleccionistas, familiares y amigos, -no faltaban los colegas del Grupo pro
Arte y Cultura, PAC, al que pertenece- Paloma Hinojosa (Madrid, 1957) estaba
radiante entre sus obras sobre lienzo o metacrilato de espeso grosor y gran
sutileza. Con esta técnica, la imagen puede así multiplicarse hasta el original
de nueve ejemplares o seriarse hasta el infinito.
La pintura de Paloma Hinojosa es
color a raudales: rojos, magentas, azules, turquesas, verdes, amarillo cadmio.. que
se derraman como un susurro por los escenarios de sus cuadros, en esos hoteles y terrazas
al aire libre, a pie de calle o acera, donde las damas parecen conversar en un dolce far niente. Es pintura para el
goce, el disfrute, el imperceptible paso del tiempo… que traen a la memoria el
célebre cuadro de Matisse Lujo, calma y
voluptuosidad, que define el tempo
lento de una vida feliz o al menos en descanso. Un cuadro que se encuentra en
el Musée d´Orsay, en disputa de propiedad con el Centre Pompidou.
Cuentan del pintor francés Pierre Bonnard
(1867 – 1947) que, pese a la tragedia que marcó vida, su arte estuvo empeñado
en ofrecer belleza y felicidad a los hombres y mujeres de su tiempo. Fue una
opción valiente. Esto me ha venido a la memoria al contemplar sin prisa, con
serenidad, la pintura de Paloma Hinojosa. De ello hablan los dos títulos de las
grandes exposiciones retrospectivas que llevó a cabo en la Casa
de Vacas del parque del Retiro madrileño y que llevaban por título: Volar, pararse… sentir (2011) o Celebrar la vida (2015). Mayte Spínola,
fundadora del Grupo PAC y la baronesa Carmen Thyssen visitaron la muestra.
La pintora Paloma Hinojosa es
sonrisa, cortesía y buen humor, como lo derrochaba a raudales en el Beaterio de
Amberes, en un viaje del PAC en el coincidimos en ese lugar durante el paseo
viajero, junto a Paloma Porrero de Chávarri, buena amiga común. Nos reíamos del extenso gineceo en el Grupo viajero. O en Mallorca,
cuando viajamos con una donación de arte del Grupo al municipio de Calviá,
pendiente de un museo exento para mostrar las obras, hoy expuestas con dignidad en el bajo
del Ayuntamiento. La presencia de la pintora Hinojosa es habitual en los
proyectos del Grupo para exponer o donar en solidaridad por alguna causa.
Visitar una exposición de Paloma es
hacer un recorrido luminoso por su pintura y su iconografía. Un paseo por el
tiempo de la armonía, donde se perciben efluvios de la Arcadia feliz, donde el
cuerpo se deja llevar por el mimo de la calma y el placer de la serenidad. Los
cuadros de esta autora son imágenes de felicidad inconsciente. Siempre he
sostenido que su pintura tiene raíces en la escuela de París, sobre todo la
segunda etapa, a partir de las II Guerra Mundial, cuando el cetro de la pintura saltó
de París a Nueva York. Una pintura que se define por la armonía del color bajo
la luz cenital de la capital francesa. Un tiempo de goce y paz, para olvidar
las viejas tensiones bélicas. Matisse y Duffy están en el magisterio latente de
esta artista madrileña, con el color y los roleos del primero, con el trazo
negro, fuerte y dibujístico del segundo.
El arte es una parte de la realidad,
no está al margen de ella e incluso va más deprisa que la propia realidad. La
pintura de Paloma Hinojosa rebosa sensibilidad y nos habla de momentos bellos y
despaciosos en una terraza o en una playa, de los que tenemos derecho a
disfrutar los espectadores, aunque con frecuencia se escapen suspiros y
melancolía ante ese tiempo armónico de la vida y el arte. A veces se oye una música de violín con la melodía de la La vie en rose.
Más información
https://lamiradaactual.blogspot.com/search?q=PALOMA+HINOJOSA
"Maternidad", pintura de Paloma Hinojosa
"Maternidad", pintura de Paloma Hinojosa
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