lunes, 3 de junio de 2019

“Veinte mil leguas de viaje submarino”, la novela clásica de Julio Verne celebra el sesquincentenario de su publicación







Julia Sáez-Angulo


            3/6/19 .- Madrid .- Veinte mil leguas de viaje submarino es la novela clásica del escritor francés Julio Verne, que celebra el sesquincentenario de su publicación. Con este motivo, la editorial Cátedra ha publicado una nueva edición, con traducción de Miguel Ángel Navarrete. Setecientas páginas de bien viajar y pasar con el capitán Nemo y el submarino Nautilus, libro clave para  muchos grandes  escritores como Turgueniev, Tolstoi, Badbury, Rimbaud, Perec o Le Clézio.

            Una amplia Introducción a la novela de Miguel Ángel Navarrete se interroga sobre “¿Cuántas aventuras conviven en Veinte mil leguas de viaje submarino que nos vuelven a convocar y otra vez? El niño que fuimos se quedaba boquiabierto ante el gálibo, la maquinaria y la velocidad del Nautilus, deseoso de imitar las andanzas del capitán Nemo, navegante por todos los océanos del mundo y descubridor de maravillas y tesoros sin cuento en paisajes de ensueño, inaccesibles a quienes vivimos en tierras de nuestro planeta.

            El libro de cátedra añade una extensa y valiosa bibliografía, que da cuenta del peso importante de esta novela de Julio Gabriel Verne ( 1828 – 1905) en la literatura universal, sobre todo de las aventuras fantásticas y precursor de la ciencia ficción. Veinte mil leguas de viaje submarino invita a soña y admite distintas lecturas según los momentos y las edades en que se lea la novela, por ello, volver a hacerlo es un reto que nos enfrenta a la última lectura que hicimos sobre ella.

            Historiadores como  Georges Duby reconocen la importancia que la novela de Julio Verne para descubrir vocaciones de marinos y científicos en el siglo XX. “Por sus excesos, sus gustos y sus opiniones, Julio Verne encarna el espíritu curioso, escéptico e imaginativo del siglo XIX”, apunta Olivier Dumas. Se trató en su origen de una publicación por entregas, con la servidumbre que ello tiene para generar intriga y esperar el capítulo siguiente.

            “La obra comienza con la apariencia de un relato mitológico, anclado en una era antigua, con el equívoco de una expedición que zarpa para dar caza a un supuesto monstruo marino que perturba el transporte marítimo, como si se hubiese tratado de uno de los trabajos de Hércules. No obstante, ese trasfondo sobrenatural y fantástico convive con abundantes datos de índole científica y técnica”, se analiza en la Introducción.

            Claro que “la figura que encarna el profesor es necesaria como aval de credibilidad y seriedad ante las fantasías ylas prsuntas inverosimilitudes del relato; es uno de los elementos necesarios para que el ardid novelsco funciones. Aronnax pertenece a la genealogía de otros sabios, ingenieros o médicos que baundan entre los personajes creados por Verne”.
            Pero son sobre todo el capitán Nevo y el submarino Nautilus, quienes se graban en la mente y memoria del lector. Dos clásicos arquetipos literarios que nos seducen y nos magnetizan de por vida, una vez leía la novela Veinte mil leguas de viaje submarino.


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