Ciervos pastando junto a la casa
Julia Sáez-Angulo
Fotos Camen Palomero
27/2/21.- Marmolejo.- Es una de las fincas más bellas, variadas y completas en lo que a fauna y flora se refiere. La Centenera de Spínola, que supera las cuatro mil hectáreas de extensión, se encuentra en Sierra Morena, al sur de España, a trece kilómetros del término municipal de Marmolejo (Jaén). El río Yeguas, que nace en Ciudad Real (único río sin contaminación alguna), demarca la provincia de Jaén y Córdoba, y desemboca en el Guadalquivir, baña uno de sus costados. Comprada en 1950 por Máximo Spínola Carrascal (1913-1980), uniendo varias fincas aledañas en una sola, hoy pertenece a sus cuatro hijos Mayte, José Antonio, Conchita y Carmen.
Máximo Spínola compró la finca, después de vender la de El Coto del Marqués en Extremadura, por recomendación de su amigo Juan Claudio Güell, conde de Ruiseñada, ya que La Centenera estaba más cerca de Madrid y de la suya propia.
Rica en flora y fauna, por La Centenera pueden verse manadas de ciervos, gamos, muflones, jabalíes, ovejas… campando por pastos, árboles y roquedales. La finca tiene dos caras bien diferenciadas: la Solana y la Umbría, según su orientación al sol y desde su altura pueden divisarse numerosos pueblos, entre ellos Marmolejo, Ándújar, Arjona, Arjonilla…
Si hablamos de flora, no hay más que hacer un largo recorrido, en nuestro caso, en un todoterreno conducido en esta ocasión por Carmen Spínola, una de sus propietarias, para ver, desde los pastos salpicados de margaritas y dientes de león, tomillo, romero, cantueso, gamones a punto de florecer y gamusinos, setas…, hasta las encinas, alcornoques y madroños, algarrobos, pasando por lentisco, jaras, enebros o flores desconocidas -para quien escribe- o diminutas variedades, como las campanillas de invierno. “Pronto florecerán la jara blanca y las peonías de color rosa, cuando el paisaje cobra un tono precioso en primavera”, añade Mayte Spínola.
Un piar singular lleva a decir al escritor Rogelio Sánchez Molero, que se trata de rapaces: azores o halcones, precisa.
-Hay muchos halcones por aquí -aclara la “choferesa” ocasional del safari- por esta naturaleza que tiene mucho de paraíso, al decir de la fotógrafa Carmen Palomero. Además, hay águilas imperiales. "Tenemos dos nidos localizados e identificados", explica Carmen Spínola.
Las bandadas de pájaros se suceden, al igual que sus cantos, los del colibrí, los gorriones, zorzales… Me falta conocimiento y vocabulario ornitológico para identificarlos a todos. Carmen Spínola dice que tiene decenas de fotos sobre ellos.
Hablamos de halcones, árabes y cetrería. Carmen nos cuenta que ha representado un halcón dentro de su bestiario pictórico.
Finca de caza y de montería, en la actualidad es la caza de perdiz con reclamo la que se lleva a cabo. Siempre hay que renovarse en la naturaleza. “Los ciervos comienzan a perder las cuernas, y pronto habrá que recoger los desmoges. En septiembre llega la berrea, que es un espectáculo hermoso y dramático al mismo tiempo”, añade Mayte Spínola.
Los regatos que atraviesan la finca y la refrescan, camino del río Yeguas, es un buen lugar para el acercamiento de los animales a beber; también al abrevadero encalado para evitar infecciones. Al amanecer y al atardecer son los momentos mejores para ver correr a los ciervos, gamos… en busca de comida y bebida (cada animal tiene, tenemos, nuestro correspondiente depredador y hay que estar atentos).
Las acumulaciones de grandes peñas hacen pensar en crómlechs y otros elementos neolíticos. “Hay diversas ruinas de antiguas viviendas en piedra de distintas épocas, situadas en diferentes emplazamientos”, explica Carmen Spínola al tiempo que nos pasea en el todoterreno y recorremos algunas de esos montones significativos de peñascos. La “choferesa” de ocasión sabe pararse en los sitios más singulares o “fotogénicos”, porque se conoce la finca al dedillo: el gran alcornoque, la encina que nace entre dos peñas, los pedregales con vestigios del pasado… “Mañana iremos a las pequeñas playas junto al río, en la zona de Los Valles”, nos anuncia.
La finca, que no se puede recorrer en un día, cuenta con dehesa y pastos abundantes, esta bañada por tres ríos; el Guadalquivir, el Jándula y el Yeguas. Es rica en agua que aparece en pozos y abrevaderos. El terreno adquiere nombres diversos según las zonas como El Cerrajón, Los Valles, el Pingano, Cerro Solís, Torviscales, Peñascales…
Los restos de una vieja ermita, con la advocación de san José, indican con claridad el antiguo lugar sacro, del que la casa conserva los objetos sagrados en un nuevo oratorio interior. Imágenes, sacras, cálices, cruces… espera la instalación definitiva en una próxima obra en la casa de la finca.
También visitamos la llamada Casa de los Berros un tanto maltrecha, en cuya puerta principal ha crecido insolente una gran higuera que impide el paso.
Por La Centenera de Spínola ha pasado buena parte de la realeza europea y de otros mandatarios del mundo en distintos momentos, para cazas y monterías. El álbum de fotos históricas que registra esta finca es impresionante, con rostros conocidos del pasado. Las habitaciones y los salones han mejorado notablemente en los últimos años. Pasar unos días en esta finca es disfrutar de la Naturaleza primigenia. En suma, una Arcadia.
“La mayor satisfacción que tenemos es que la siguiente generación de jóvenes, -digamos los nietos de don Máximo Spínola- se han aficionado también a La Centenera y lo pasan muy bien. Lo pasamos muy bien todos juntos”, declara Mayte Spínola con satisfacción.
Los guardeses, junto a la casa entonada en blanco y albero llamada La Ecijana, también guardan un pequeño recinto con animales domésticos: pavos o gallinas auctóctonas, guineanas o washigtonianas, que alternan sus colores blanquinegros o pardos con el gallo que cacarea satisfecho a la luz del mediodía. “Los gallos no solo cantan a la aurora", nos enseña Carmen Palomero. Tomar una tortilla de patatas con huevos frescos, hecha por la guardesa, es un placer culinario.
Apena dejar esta Arcadia de la naturaleza que es La Centenera de Spínola.
Carmen Spínola de Oriol, Jose Sada, José María Aristarain y Luis Javier Oriol
El Principe de Asturias Marta Cotoner y Mayte Spinola . En la Centenera año 1959
6 comentarios:
Gracias por el reportaje fotográfico y la bellísima descripción de un paisaje tan andaluz!!! Que disfrutéis en esa magnífica finca y tengáis un lindo fin de semana.Ah y feliz día de Andalucía a todos los Andaluces y a los que aman esa bendita tierra.
" Sea por Andalucía libre,España y La Humanidad"
Saludos.
Con esta maravillosa descripción hecha por Julia Sáenz Angulo sobre la Centenera, os puedo asegurar que, es para crear el primer concurso internacional de pintura al aire libre titulada:
"LA CENTENERA, NATURALEZA CON ARTE"...
Mi querida Mayte y familia Spínola, enhorabuena y felicitaciones por conservar tan bello paisaje.
Saludos a tod@s.
Atte.:
Miguel Santana Art
Qué precioso reportaje!!!!
Una belleza de lugar!!
Naturaleza en estado puro.
Muy bonito
Bonita finca. me ha gustado el post y sobre todo el reportaje fotográfico
Publicar un comentario