viernes, 30 de abril de 2021

“Delitos contra el Patrimonio Histórico”. Sustración de la cosa propia a su utilidad cultural




Julia Sáez-Angulo

30/4/21.- Madrid.- España, junto con Italia, es uno de los países europeos con más patrimonio histórico artístico español. Buena parte del mismo se ha ido destruyendo a lo largo de los siglos por desidia, dejadez o destrucción. No olvidemos que los tres grandes azotes de nuestro patrimonio histórico-artístico han sido la Desamortización, la afrancesada del ejército napoleónico y la Guerra Civil de 1936-39.
La Ley de 16/ 1985 vino a proteger el patrimonio histórico-artístico y a sancionar su incumplimiento. El Código Penal también condena las conductas que no respeten el citado patrimonio en el artículo 289, que castiga al propietario que sustrae el bien a su utilidad cultural.
    La declaración de Bien de Interés Cultural, BIC, por la UNESCO, por el Estado o las diferentes comunidades autónomas ha venido a subrayar la importancia de ese patrimonio legado por la historia que es fuente de orgullo y de recursos económicos y turísticos.
El juez Luis Cáceres (Nueva York, 1968) Ruiz ha escrito el libro “Delitos contra el Patrimonio histórico”. Sustracción de la cosa propia a su utilidad cultural, que estudia jurisprudencialmente la situación social y jurídica del declarado patrimonio histórico-artístico. El libro ha sido publicado por la editorial Liber Factory.
La catalogación de un bien como objeto de interés cultural impone deberes y obligaciones para su titular. La protección penal supone un profundo avance en la protección del patrimonio cultural, pero a la vez da lugar a la punición de conductas variadas y complejas.
El libro Delitos contra el Patrimonio histórico”. Sustracción de la cosa propia a su utilidad cultural, aborda los aspectos de qué se entiende por utilidad cultural, qué bienes son objeto de protección, la necesidad de una previa catalogación, cuales son los deberes legales… todo ello desde la visión doctrinal y jurisprudencial, como corresponde a la visión jurídica del autor, que estudió Derecho en la Universidad de Extremadura.

No hay comentarios: