Julia Sáez-Angulo
12.04.10 .- Madrid .- Lourdes Lacalle (Vitoria, 1950) lleva una dilatada trayectoria como artista polifacética en pintura, escultura, dibujo y diseño. Ha ejercido como profesora de diseño de Moda en Álava y Cataluña, donde ha expuesto periódicamente su trabajo creativo. Actualmente reside en Vitoria y prepara su serie “Las ciudades imaginadas” para la proxima exposición.
-¿Qué trabajo artístico está haciendo ahora?
-Tras la realización de la exposición “Las ciudades Imaginadas” me he ligado al compromiso del reciclado, siempre dentro de un lenguaje conceptual que me viene acompañando en los últimos años, así que continúo haciendo una suerte de pintura escultórica, seguramente influida por mi periodo de acercamiento a la escultura ambiental en la que estuve trabajando un año para un proyecto en la provincia de Barcelona.
-¿Qué materiales le interesan más?
-Todos. Me atrae todo aquello que está a mi alcance. Eso me viene muy bien a la hora de reciclar. Quizá por esa avidez innata que me acompaña, mi trayectoria es tan ecléctica. De pronto óleo, luego madetipos, para pasar a la acuarela, volver al óleo… y así sucesivamente.
-¿Qué conceptos le mueven en la creación artística?
-Mi empatía con el compromiso social. El dolor humano es una constante fuente de inspiración aunque con la estupidez humana puedo ser muy irónica.
-¿Sigue practicando el dibujo?
-¿Y quien se puede substraer al mayor de los placeres una vez se ha conocido?
-¿Qué definición de arte le ha convencido más?
-La de Henrik Pontoppidan, que recuerde ahora, decía algo así como que “El arte es la representación de lo eterno, visible o invisible” Creo que seguía algo más, pero mi memoria es asquerosamente desagradecida con la sabiduría.
¿Qué museo le ha interesado más y por qué?
-Hombre, El Museo del Prado es imprescindible, ya que aúna un amplio tramo de historia pasada con lo más reciente, recuerdo hace unos tres años la exposición de Paula Rego, ¡menudo descubrimiento! Me encantó la Tate Gallery, el Guggenheim me parece imprescindible, el museo de Bellas Artes de Vitoria es una joyita…
-¿Cómo definiría a ARTIUM?
-En una palabra, como un CAOS. Si tengo que concretar más, se trata de un edificio pequeño en el que te puedes perder veinte veces como no estés atento y en el que se recorre cuatro veces la superficie para ver la mitad de la obra contenida. El exterior no me gusta nada, es pequeño con pretensiones, todo lo contrario que sucede con las grandes obras.
-¿Qué obra de arte le emocionó más y por qué?
-La obra en conjunto que más admiro es la de Robert Rauschenberg y de aquí, la de Antoni Clavé. De los dos me gusta absolutamente todo lo que veo.
También me emocionó mucho conocer en profundidad la obra de Lucian Freud, la de Balthus es increíble, incluso su biografía me emociona. Pero hay bastantes artistas que procuro ver en cuanto tienen cosas nuevas, Barceló, Eulalia Valldosera… y otros muchos, la mayoría que nada tienen que ver con mi obra, o eso creo.
¿Qué libro de arte recomendaría?
El libro de los plagios, de Jorge Oteiza.
-¿Qué proyectos artísticos tiene?
-Quiero completar mi serie “Alicias”, de hecho, la llevo muy atrasada por el tema del reciclaje del que te he hablado antes, pero lo haré, estoy segura de ello porque lo tengo en mente constantemente
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