(19
febrero – 15 abril 2015)
Monika
Buch, única española que estudia en la Hochschule
für Gestaltung (HfG) en la ciudad alemana de Ulm, nace en Valencia en 1936,
de padres alemanes, y su infancia transcurre entre Alemania y España, donde su
familia se desplaza para evitar la guerra civil y la segunda guerra mundial. En
1955, tras finalizar sus estudios en el Colegio Alemán de Barcelona, su madre
le anima a seguir formándose en una nueva escuela de diseño creada por Max Bill
en Ulm, donde comienza oficialmente sus estudios en octubre de 1956.
La HfG
había comenzado las clases dos años antes, en 1953. Fundada por Inge
Aicher-Scholl, Otl Aicher y Max Bill, a primera vista su programa parecía
seguir los principios de la Bauhaus, idea que se ve reforzada por el hecho de
que algunos de los docentes provenían de la mítica escuela alemana, como es el
caso de Josef Albers o el propio Max Bill. El programa de estudios comenzaba
con un curso básico, Grundkurs, común
para todos los alumnos, cuyo principal objetivo es la iniciación visual,
abandonando así posiciones subjetivo-expresionistas (Klee, Kandinsky) o
experimentos formalistas (Moholy-Nagy) a favor del estudio de la percepción y
las leyes que la rigen según la psicología de la Gestalt. Albers había mostrado interés por esta escuela
psicológica, pero será el argentino Tomás Maldonado el que consolide la
experiencia. Tanto Maldonado como Bill abogarán por un “arte concreto” donde el
pensamiento matemático participe activamente.
Monika comienza el primer año,
56-57, con el “curso básico” y un año más tarde, 57-58, en el departamento de
diseño de producto. Para obtener el diploma era necesario realizar tres años de
especialización en uno de los cinco departamentos que la HfG ofrecía a sus alumnos: diseño de producto, comunicación visual,
arquitectura, información, y cine. Las materias que se trabajan se agrupan en varios
bloques centrados en la introducción visual, las técnicas de representación o las
ciencias exactas, convirtiéndose cada ejercicio en un proceso, en una transformación,
bien sean líneas, formas, colores o superficies. Para ello se recurre a
operaciones geométricas como son la simetría, el giro, la homotecia o la traslación.
Al mismo tiempo existe una preocupación por el paso de las dos a las tres
dimensiones, y del juego óptico que determinadas valoraciones de superficies
pueden llegar a producir.
Las diecisiete obras sobre papel –inéditas–
de Monika Buch que se presentan en esta muestra responden, en gran parte, a los
enunciados de Tomás Maldonado del curso 56-57. Cada trabajo es una impresión
visual, que permite llegar a una nueva imagen o propone nuevas soluciones: la
elección de un color, una escala cromática, o el movimiento de una recta nos
permiten, en definitiva, seguir creando nuevas formas.
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