Los días 11, 13, 14 y 15 de marzo se representa en
la Fundación Juan March (www.march.es,
Facebook, @fundacionmarch, +fundacionmarch) FANTOCHINES, ópera de cámara en un
acto con libreto de Tomás Borrás y música de Conrado del Campo, en una
coproducción con el Teatro de la Zarzuela. En las mañanas de los días 10, 12 y
16 de marzo, habrá en la propia sede de la Fundación funciones didácticas para
alumnos de secundaria (previa petición) de esta ópera, que forman parte de la
programación pedagógica del Teatro de la Zarzuela.
La representación
de Fantochines,
es el segundo título de la serie dedicada al Teatro Musical de Cámara (en la
temporada anterior la Fundación Juan
March la inició con la representación de Cendrillon). Desde su estreno en 1923, Fantochines ha conocido una notable repercusión internacional, con
representaciones en varios puntos de España, Argentina, Francia y Bélgica; un
éxito que contrasta con su práctica desaparición posterior de los escenarios.
Concebida para ocho instrumentistas y tres cantantes, es una ópera de
marionetas que remite a las mascaradas venecianas y a la estética dieciochesca,
insertándose en el espíritu neoclásico del que también participan obras
contemporáneas como El
retablo de Maese Pedro de Falla. Conrado del Campo compuso, así pues, una ópera de cámara de ambiente
dieciochesco y veneciano donde el diálogo entre títeres y cantantes crea un
sutil juego de perspectivas, realidades y engaños. Para desarrollar este
proyecto de teatro musical, el habitual salón de actos de la Fundación Juan
March se transforma en un pequeño teatro.
La trama,
introducida por el Titerero, es una frívola intriga amorosa que se resuelve con
una anagnórisis final: Doneta, una joven curtida en artes amatorias, recibirá
una importante herencia si se casa con el narcisista Lindísimo. Este inventa un
pretexto para evitar la boda, pero la astuta Doneta, ayudada por su tutora,
Doña Tía, consigue urdir una estratagema con la que hará caer en sus redes al
engreído protagonista masculino. Fantochines –un significativo
ejemplo de las tendencias innovadoras que se dieron en el teatro musical de los
años veinte- cuenta con la peculiaridad de que los personajes aparecen
“desdoblados”: los títeres son una deformación de los personajes humanos.
Para esta
coproducción de la Fundación Juan March y
del Teatro de la Zarzuela ha sido
necesario preparar una edición crítica de la partitura, inexistente hasta la
fecha, a partir de los instrumentos autógrafos. La dirección escénica, que corre
a cargo de Tomás Muñoz (quien ya se
ocupó del montaje de Cendrillon durante la temporada
pasada), incluye un teatro de títeres y una rampa que evoca el teatro italiano
y enfatiza las distintas magnitudes morales de los personajes. Además el
aspecto de los títeres reproduce los rasgos físicos de los cantantes que les
ponen voz.
El libreto
preparado para esta ocasión incluye textos elaborados por el propio Tomás Muñoz, por el crítico musical Tomás Marco y por el Departamento de
Actividades Culturales de la Fundación
Juan March, que se completan con galerías fotográficas (http://www.march.es/musica/detalle.aspx?p1=16&p6=100169)
y los textos completos de las críticas aparecidas entre 1923 y 1935, que se
pueden consultar en la web de la Fundación.
Con esta segunda
obra de la serie de Teatro Musical de Cámara, la Fundación Juan March continúa la labor iniciada en 2014 con Cendrillon,
de Pauline Viardot. Este formato quiere dar visibilidad a un importante corpus
dramático-musical que, por sus características, no tiene cabida habitual en los
teatros de ópera convencionales.
En mayo, los días 6, 8, 9 y 10, habrá una
nueva sesión de Teatro Musical de Cámara con la representación de Los
dos ciegos, de Barbieri, y de Une éducation manquée, de Chabrier. El
desarrollo de los géneros cómicos de teatro musical culminó, en el último
tercio del siglo XIX, con el triunfo del teatro por horas, un modelo de
programación consistente en la representación de una serie de piezas de pequeño
formato. Se considera que este sistema teatral se inauguró con Los dos ciegos, un entremés de
Barbieri basado en una opereta de Offenbach de la que, incluso, reaprovecha uno
de los números musicales. La opereta francesa fue motivo de inspiración para
libretistas y compositores, que adaptaron numerosas obras al contexto español.
Por ello, tiene particular sentido que el entremés de Barbieri se represente
junto con la opereta de Chabrier. Basado en una opereta de Offenbach, el entremés
Los dos ciegos (1855) de Barbieri narra la cómica vida de dos pícaros que,
fingiendo ser ciegos, compiten por las limosnas de los viandantes. Por su
parte, la opereta Une éducation manquée
(1879) de Chabrier cuenta la historia de una pareja de recién casados y su
estrafalario tutor, quien se afana por completar la educación truncada de los
jóvenes esencial para su nueva vida. En esta producción la escena transcurre en
una vieja estación abandonada del Metro de Madrid, en donde conviven una curiosa
mezcla de personajes olvidados en el tiempo: viajeros desorientados, vendedores
ambulantes, músicos y mendigos.
REPARTO DE FANTOCHINES
Dirección musical: José Antonio Montaño.
Reparto:
Doneta: Sonia de Munck, soprano.
Lindísimo: Borja Quiza, barítono.
El titerero: Fabio Barrutia, barítono.
Orquesta de cámara:
Solistas de la ORCAM: flauta, violines, viola, violonchelo, contrabajo, xilófono y piano.
Pianista repetidor: Borja Mariño
FUNCIONES
Miércoles, 11 de marzo: 19:30 horas.
Jueves, 12 de marzo: 11 horas (solo para centros previa solicitud).
Viernes, 13 de marzo: 19 horas.
Sábado, 14 de marzo: 19 horas.
Domingo, 15 de marzo: 12 horas.
Lunes, 16 de marzo: 11 horas (solo para centros previa solicitud).
La función del miércoles 11 se transmite en directo por Radio Clásica de RNE y será grabada por TVE.
Los miércoles 4, 18 y 25 de marzo
CICLO DEDICADO
A CONRADO DEL CAMPO
Además de las
representaciones de Fantochines, la Fundación
Juan March quiere recordar este mismo mes de marzo al compositor español Conrado del Campo con un ciclo de tres
conciertos, en el que se van a poder escuchar varias obras inéditas.
La figura de Conrado del Campo (1878-1953) parece encontrarse en una posición
incómoda en la historia reciente de la música española. Por un lado, la
influencia de su prolongado magisterio, en su triple labor como docente,
compositor e intérprete, fue ampliamente reconocida en su época. Pero por otro,
su obra apenas alcanzó la esfera pública, quedando con frecuencia restringida a
estrenos privados. La falta de obras impresas y la densidad de su escritura
parecen responder a esta invisibilidad que este ciclo quiere contribuir a
remediar.
El miércoles 4 de marzo, el Garnati Ensemble (Pablo Martos, violín, Yuval Gotlibovich, viola, y
Alberto Martos, violonchelo), ofrece de Conrado del Campo, el Trío nº 1
(primera interpretación en tiempos modernos), el Trío nº 2 y el Movimiento en
Mi menor para trío de cuerda (ambos estrenos absolutos), y dos obras de Manuel
Rodeiro (1965) y Ramón Paus (1959) (estreno absoluto).
El
miércoles 18 de marzo,
el Cuarteto Bretón (Anne-Marie
North, violín I, Antonio Cárdenas, violín II, Iván Martín, viola, y John
Stokes, violonchelo) ofrece obras de Joaquín Turina, Jean Sibelius y Conrado
del Campo, con la primera interpretación en tiempos modernos del Cuarteto nº 1
en Re menor Op. 56 “Oriental”.
El
miércoles 25 de marzo,
la mezzosoprano Anna Tonna y
el pianista Jorge Robaina
ofrecen varias obras de Conrado del Campo (con un estreno absoluto y una
primera interpretación en tiempos modernos), Jaume Pahissa, Andrés Isasi,
Richard Wagner, Julián Bautista, Gerardo Gombau, Enrique Casals-Chapi y Richard
Strauss.
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Los audios de todos estos conciertos
Los audios de todos estos conciertos
estarán disponibles durante los
30 días
posteriores a su celebración en
Temporada de conciertos 2014-2015
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