Julio Mendoza
09.02.18 .- MADRID .- D. José Barón, Jefe del Área de Conservación de Pintura del Siglo XIX del Museo Nacional del Prado, y D. César Campuzano Robledo, Secretario del Casino de Madrid, introdujeron la conferencia del reconocido escultor internacional José Cobo Calderón, nacido en Santander, estando al completo de asistentes el salón Alcalá donde se celebró.
José Cobo ofreció la conferencia sobre su trayectoria bajo el título ´De la materia a la idea´, marcando distintas etapas de la misma bajo la constante de la fuerza interna en su obra figurativa donde la emoción y la maestría técnica son constantes.
José Cobo inició su alocución sobre la etapa que definió de Existencial, 1983-1986, incluyendo su primer inestable hermafrodita fundido en bronce a tamaño natural, y figuras como Hombre genérico, personajes vulnerables y humanos en metal pintado, y perros muertos, chiguaguas tumbados de excepcional delicadeza.
De su etapa denominada Social mostró parejas de hombre y mujer en metal pintado contenidas en armarios, y figuras de distinta etnias, así como su Puerta del Purgatorio, varias representaciones de Xico-Totec cubierto con las pieles de sus víctimas sacrificadas, y la figura a tamaño natural de Joseph Beuys sujetando una liebre muerta.
Encuadró como obra de juventud su monumental grupo escultórico dedicado al incendio y reconstrucción de Santander, que tardaron cuatro años en aprobar desde la primera propuesta.
En su periodo denominado Morfológico el escultor crea figuras masculinas y femeninas con fuerza interior emergente de procesos orgánicos, acabadas con técnicas de cera que aportan una sensación vital similar a dermis transparentes. Retoma en esta fase el motivo de los hermafroditas y minotauros. También mostró la monumental pareja de toros fundidos en bronce como escultura pública, exenta de ´tipismo´ según apuntó el artista.
En la etapa que titula Periodo Antropológico, predomina la presencia de múltiples figuras de niños en distintas posiciones y actitudes apenas mostrando sus rostros, creando empatía por las figuras mismas y sus actitudes. Niños dibujando, saltando, apoyados en la pared, con muñecos de trapo o simplemente mirando. Este conjunto de esculturas de niños se presenta conformando instalaciones, en el techo, paredes y suelo de galerías de arte, o como personajes integrados en exteriores. En esta sección de su exposición incluyó Los Raqueros, conjunto de niños desnudos lanzándose al mar desde el puerto.
En la última parte de su extensa presentación, José Cobo hizo alusión a la integración de sus figuras escultóricas con forma humana en composiciones visuales proyectadas, donde las sombras de las figuras y la textura de la luz y números en los videos se mezclan formando un todo cambiante y una reflexión sobre lo sólido y permanente con lo inmaterial, lo platónico y lo aristotélico. A esta etapa pertenece su Alegoría de la Caverna, Desenredando el puzle y otras instalaciones.
El artista completó su conferencia mostrando obras como Redención y Culpa, figuras postradas u orantes ante signos en arameo o tachados.
José Cobo y Julio Mendoza, artista perteneciente al Grupo pro Arte y Cultura recientemente galardonado con el Diploma de Excelencia del PAC, coincidieron en el Instituto de Arte de Chicago entre 1984 y 1986, siendo los artistas españoles en esta prestigiosa institución del Arte y la Cultura en aquella etapa, conservando ambos obras de entonces de su compañero, tales como un busto retrato de Julio Mendoza, Fulbrighter en aquel periodo, modelado y fundido en bronce por José Cobo, y un retrato del escultor en impresión digital realizado por Julio Mendoza pionero en el uso de la tecnología digital audiovisual en el arte y la comunicación.
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