Julia Sáez-Angulo
26/11/18 .- MADRID .- Carlota y
Fernanda García del Real son las autoras del libro Historia
de la Guerra Civil contada por dos hermanas, publicado por la editorial
Comares, y ha sido presentado en la Residencia de Estudiantes de Madrid por la
periodista Nativel Preciado, el historiador Lourenzo Fernández Prieto, el
editor e historiador Miguel Ángel del Arco, y dos de los nietos de las respectivas
autoras del libro.
El libro lleva numerosas fotografías
en blanco y negro.
Lourenzo Fernández Prieto, de la Universidad de Santiago de Compostela, ha escrito
el estudio introductorio y aclaratorio sobre los diarios de estas dos mujeres
de la burguesía culta y republicana: “Carlota (Madrid, 1904 – 2003) y Fernanda
García del Real González (1906 -2004). Durante el acto de presentación se
subrayó el hecho de que este libro estuviera escrito por mujeres y por lo tanto
fuera un testimonio femenino, frente a las fuentes historiográficas que suelen
ser habitualmente masculinas.
Frente a las víctimas y verdugos que
suelen citarse en el relato de toda guerra, ellas representan a la gente normal
que padece la guerra y conserva la esperanza de la paz. Ellas representan la
guardia y custodia de la vida, de lo doméstico en el sentido más noble de la
palabra. Son testimonio de la presencia de la mujer burguesa y culta antes de
la guerra civil de 1936-39; sus observaciones son de una sagacidad extrema.
Cada una estuvo en una zona del conflicto bélico; ella no hablan de bandos,
sino de zonas.
Existe la memoria de los partidos
socialista y comunista durante la guerra, pero no la memoria de la República
propiamente dicha, porque sus representantes estuvieron en el exilio, vino a
decir el profesor Lourenzo Fernández, quien hizo un elogio hagiográfico de la
II República ante los oyentes.
El libro Historia de la Guerra Civil contada por dos hermanas acoge las
memorias de dos mujeres jóvenes y observadoras, que saben “mantener la
humanidad en medio de la barbarie”; son salvadoras y cuidadoras de la vida y lo
doméstico; ellas no son héroes en el sentido clásico, se señaló en la
presentación. Ellas supieron reclamar “respeto, más que tolerancia”, por las
opiniones distintas y ajenas que conviven en una sociedad siempre compleja,
como lo era antes del conflicto bélico. Las memorias no son novela, sino testimonio
personal vivido.
Al decir de Unamuno, la vida
cotidiana constituye la intrahistoria, más reveladora que las gestas, hazañas o
constructos de la historia que se llevan a cabo posteriormente a los hechos por
historiadores, la mayor de las veces sesgados o teñidos por su propia ideología
en el enfoque.
Estas dos mujeres nos hablan en el
libro de la lucha por la vida en el sentido barojiano, tanto durante la guerra
civil, como la posguerra que fue prolongada y dura.
Recientemente se ha publicado otro testimonio de
una mujer: Una niña de la guerra, por
María Teresa Usero de Mendiela en la editorial Espacio Cultura de A Coruña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario