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Julia Sáez-Angulo
01/12/18 .- MADRID .- El arte
contemporáneo del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía ha llegado al
ámbito del Congreso de los Diputados y el Senado de España, algo conveniente y necesario, porque el arte
es un lenguaje, que convivirá con otro, el de la palabra que deben utilizar sus
señorías para legislar, hacer leyes, aunque a veces parezca que lo olviden en
aras de los respectivos epítetos.
Joao Fernandes, subdirector del
citado Museo ha sido el comisario de la muestra y ha cuidado que los nombres y
la piezas elegidas, en su mayoría conceptuales, fueran reivindicativas o
testimoniales sobre el exilio y la censura de los tiempos viejos o la exaltación de los tiempos nuevos de los 40 años de Constitución Española desde 1978. También
ha cuidado ese necesario equilibrio de hombres y mujeres artistas, -el siglo
XXI es exigente para las mujeres- así como la localidad de origen de todos
ellos para lograr un equilibrio en ámbitos de género y lugar geográfico
peninsular. Las piezas lucen mejor en el Senado, por su amplitud, que en el
Congreso, donde se reparten por salas o se acumulan en un espacio del bajo.
Los nombres de los artistas van
desde Elena Asíns, Ignasi Aballí, Txomin Badiola, Esther Ferrer, Antoni
Muntadas o Patricia Esquivias, a Ángels marco, Carolina Iglesias, Juan Navarro
Baldewg, Fina Miralles, Juan Genoves, María Ruido, Pedro G. Romero, Sergio
Prego, Daniel García Andújar, Concha Jerez, Paz Muro, Victoria Civera, Colita,
Moraza, López Cuenca, Cristina Iglesias, Juan Muñoz, Ángeles Marco… Los artistas
y sus galeristas asistentes estaban encantados en el evento
Los anfitriones del acto, Ana Pastor
en el Congreso y Pío García Escudero en el Senado hicieron uso de la palabra en
sus respectivos ámbitos para dar la bienvenida al lugar de la soberanía
nacional, las moquetas y la elevada
calefacción en la primera sede.
Ana Pastor hizo hermosas citas sobre
el arte y Pío García escudero comparó, que es odioso, el arte del poder con el
poder del arte –interesante discurso- y menospreció la hermosa y bien hecha
pintura del XIX que cuelga en los muros del Senado, al decir que era “arte de
exaltación del poder”, cuando es más bien arte de exaltación de una gesta
virtuosa y por tanto didáctica para el pueblo soberano o una manera de datar un
acontecimiento histórico de los españoles. Sorolla o Moreno Carbonero no
salieron contentos ni bien parados en sus palabras. El arte de encargo no tiene
por qué ser pésimo, sino todo lo contrario como reto y así es el que cuelga de
las paredes del Senado.
La muestra expositiva permanecerá
abierta hasta el 2 de marzo y se completará con la exposición Poéticas de la democracia. Imágenes y
contraimágenes de la Transición, que inauguran los Reyes el lunes día 3 en
el edificio Nouvel del Reina Sofía y que se prolongará hasta el 25 de noviembre
de 2019.
El lenguaje plástico convivirá unos
meses con el de la palabra. La fotografía de Ignasi Aballí es elocuente cuando
el título interpela: “Mis manos después de tocar cosas sucias”. Arte en libertad para un país de libertades.
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