lunes, 1 de abril de 2013



 
Gerardo Delgado, exposición de pintura “Rutas y otros laberintos 2009 – 2013”

 
Pintura de G. Delgado
 

L.M.A.

 

Gerardo Delgado, pintor andaluz vinculado al grupo Nueva Generación y artista clave en el desarrollo de las vanguardias de los años 70 y 80, muestra sus últimas series de pinturas en la galería de arte Fernández-Braso de Madrid. La exposición, titulada “Rutas y otros laberintos 2009 – 2013” se clausura el 13 de abril.

 

El artista Gerardo Delgado (Olivares, Sevilla, 1942), es un pintor y arquitecto que forma parte de la vanguardia artística española desde que participara en la emblemática exposición Nueva Generación, que tuvo lugar en la galería Edurne de Madrid en 1967. Fue una muestra colectiva organizada y comisariada por el crítico y pintor madrileño Juan Antonio Aguirre, quien seleccionó, entre otros, a artistas como Alexanco, Barbadillo, Gordillo, Elena Asins, Yturralde, Gerardo Delgado y el propio Aguirre. El grupo de artistas reunidos era heterogéneo, nutrido de distintas sensibilidades artísticas y con diferentes intereses plásticos, pero que compartía el deseo de superar el agotado movimiento informalista. A grandes rasgos, la subjetividad, la tendencia a la improvisación y el compromiso político dieron paso a la objetividad, a la planificación y al deseo de acentuar el aspecto lúdico de la obra de arte. En contraposición a la ausencia de formas definidas del informalismo se desarrollan lenguajes que apuestan por la figuración en sus diferentes vertientes, ya sean formas reconocibles o composiciones puramente abstractas.  

 

Gerardo Delgado se identifica desde el principio de su dilatada carrera con estos nuevos valores, interesándose por una obra de apariencia constructivista y formal, definida por composiciones que desarrollan estructuras y módulos de vivos colores y cuya repetición de elementos dota de un gran ritmo visual a cada composición.  En estos primeros y decisivos años Gerardo Delgado estuvo interesado en hacer partícipe al público de la experiencia artística, en la relación obra-espectador. Fueron los años en los que formó parte de dos hechos históricos del arte de la época que sin duda le marcaron: el Seminario de Generación Automática de Formas Plásticas del Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid y los Encuentros de Pamplona de 1972. A medida que avanza la década de los setenta Gerardo Delgado va evolucionando hacia propuestas cada vez más complejas y conceptuales, realizando instalaciones de grandes telas colgadas del techo que generaban espacios envolventes . En este tiempo muestra sus obras en las galerías Juana de Aizpuru de Sevilla y en Iolas Velasco de Madrid, así como en la Fundación Miró de Barcelona y en el Palacio de Cristal de Madrid.

 

En los años ochenta el artista da un giro a su obra, centrándose en aspectos más inmediatos e introduciendo elementos figurativos que tienden a cierto expresionismo, hecho que se acentúa a mediados de la década al introducir en sus pinturas objetos encontrados. Las series características de estos años son "En la ciudad blanca", "El Profeta", "Las Ruinas" y "El Archipiélago". En estos años expone en las galerías Montenegro y  Egam de Madrid, Miguel Marcos de Zaragoza y Joan Prats de Barcelona. Participa en "Aperto 86" de la Bienal de Venecia y en la inauguración de las salas del Canal de Isabel II de Madrid.

 

La década de los noventa es un período muy fructífero en lo que se refiere a importantes exposiciones y series de pinturas. Muestra sus obras en el Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla y en el Palacio Episcopal de Málaga, así como en el Palacio de los Condes de Granada. Destacan sus series "Autorretrato: el artista en la ventana" y, especialmente, "Rutas", obra plenamente abstracta y muy estructurada, que crea caminos e itinerarios difuminados por el empleo del negro, "que nos incitan a caminar y perdernos por los vericuetos del laberinto", según las palabras del propio Gerardo. En los noventa expone en la galería Gamarra y Garrigues de Madrid, en la galería Fúcares de Almagro y en el Banco Zaragozano. En esta última década en Milagros Delicado de Cádiz, así como en el Museo y en el Colegio de Arquitectos de esta última ciudad. También en la sala Robayera de Miengo. En el MACBA de Barcelona y en el Centro Guerrero de Granada. En Madrid expone en la galería Antonio Machón.

 
Gerardo Delgado

La evolución de los últimos años de Gerardo Delgado podrá verse en la actual exposición de la galería de arte Fernández-Braso, donde presentará cuatro series de pinturas bajo el epígrafe "Rutas y otros laberintos. 2009-2013". La primera de las series es una versión ampliada de "La Ruta de San Mateo" pintada en 2009 y que está compuesta por catorce telas "…de un negro denso, que con distintas calidades y matices pretende representar, en catorce estaciones, la profunda unción de la Pasión de Bach, una composición que siempre me acompaña. En su elaboración, en su avance, la serie se ha vuelto más compleja. Las dos últimas pinturas han aclarado su color, adquiriendo matices dorados como reflejo de lo divino, aunque el negro aún vibra desde las capas del fondo", escribe Gerardo Delgado.

 

La serie "Dunas urbanas", pintada entre 2012 y 2013, está realizada sobre un fondo duro y resistente como es la madera y se basa en la repetición de franjas curvas y rectas. Es una obra rítmica y de colores vivos, intensos y puros, donde "los ritmos de los instrumentos de pintar se han dejado descarnados acentuando la gestualidad. El espectador es obligado por los reflejos y las transparencias a buscar su propio lugar de visión. Cada cuadro adquiere distintas caras y todas inestables. La luz externa lo transforma. De ahí la importancia de la experiencia directa con la obra y del tiempo detenido necesario para su contemplación", como apunta el artista en el catálogo virtual alojado en la web de la galería. 

 

En la tercera serie, titulada "La hora de la siesta" y pintada en 2013, se repite el formato vertical y el soporte de madera utilizado en "Dunas urbanas". En estas obras, sin embargo, se percibe un eco de improvisación en las desiguales líneas horizontales que parecen querer contrarrestar la verticalidad del formato, produciendo unas obras rítmicas y melódicas y de intensos colores debido al uso de pigmentos metalizados, fundamentalmente oro y plata.

 

En la última serie abordada por Gerardo Delgado, "Rataplán", onomatopeya del redoble del tambor, el artista está interesado en resaltar la ausencia de un aspecto fuertemente formalizado, interesándose en una "… apariencia que sea caótica y que rompa toda posibilidad de que se nos presente con una idea directriz única. Al no existir una jerarquía entre las formas, las partes, claramente diferenciadas, no están equilibradas entre sí, ni relacionadas, ni compuestas. Los bruscos desequilibrios son frecuentes. Se despliegan como simples acoplamientos y yuxtaposiciones; son "bricolajes antiformales" de partes que nunca conllevan estructuras relacionales, y que suelen entrar en pugna más que crear síntesis".

 

Las últimas exposiciones en las que ha participado Gerardo Delgado han sido la exposición en 2011 conmemorativa de los 40 años de la Galería Juana de Aizpuru que reunió a los siete artistas con los que inauguró su galería en Sevilla en 1970 y la titulada "Abstracción y movimiento" en el Centro de Arte Contemporáneo de Sevilla, realizada en 2012. 

 

Después de haber dedicado una exposición al periodo histórico de Luis Feito, miembro fundador del grupo El Paso y paradigma del arte informalista español, la galería de arte Fernández-Braso sigue explorando los diferentes lenguajes y movimientos artísticos que configuran el arte español de post-guerra, en su vocación de profundizar en el trabajo de los artistas que lo hicieron posible.
 
 

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