lunes, 1 de abril de 2013


 
 
STORYMAKERS en la Galería Paula Alonso de Madrid

 
 
 
 
L.M.A.


La Galería Paula Alonso de Madrid inaugura la exposición Storymakers"  comisariada por el historiador de Historia del Arte Carlos Delgado mayordomo. En ella participan los artistas Chema López (Albacete, 1969), Nacho Martín Silva (Madrid, 1977), Marina Núñez (Palencia, 1966) y José Luis Serzo (Albacete, 1977).
 
La galería está en la calle Lope de Vega, nº 29, y la inauguración será el próximo sábado 6 de abril de 12 de la mañana a 8 de la tarde.
 
 Entre otras cosas el comisario Carlos Delgado escribe así:
 

"Storymakers reúne el trabajo de cuatro artistas que plantean sendos discursos narrativos y exploran la pertinencia de seguir elaborando historias en un contexto de inusitada densidad visual. Frente a la cadena de imágenes colapsadas e incompletas que configura un presente sobrecargado de información, Chema López, Nacho Martín Silva, Marina Núñez y José Luis Serzo plantean un espacio crítico sobre las representaciones tradicionales de lo real que sirve para desmontar los recursos de fiabilidad que las amparan.

Como veremos, sus trabajos cuestionan la construcción simbólica de narrativas hegemónicas, aquellas que han generado binomios que, a día de hoy, resultan insostenibles como oposición primaria: alteridad-subalteridad, monstruosidad-belleza, percepción-concepto, cuerpo-espíritu o racionalidad-poesía. A partir de esta reflexión, los cuatro artistas han ubicado su obra dentro un horizonte en el que se activan interrogantes sobre los modos del relato, los grados de verosimilitud y los intersticios de la memoria. Este territorio de reflexión sirve para reflejar las fracturas y las falsas seguridades de los discursos históricos que se han adueñado de las prácticas sociales, los saberes y la memoria del individuo; al poner todo ello de relieve, abren finalmente la posibilidad de enunciar historias que no suelen ser narradas. El cruce entre fabulación y realidad, la deconstrucción de la idea de relato y el replanteamiento del concepto de identidad son algunas de las herramientas con las que los cuatro artistas generan alternativas discursivas a las historias tradicionales.

Estas estrategias conceptuales, desarrolladas en diferentes niveles y con intereses diversos por los artistas que integran Storymakers, les posicionan más como hacedores que como contadores de historias: el núcleo de su trabajo es modular, transformar y forjar nuevos códigos para unos relatos que nunca se muestran con sus aristas semánticas fijadas ni con sus conflictos narrativos cerrados". 

 

         Una historia verdadera

 

"Hablar de narratividad en la obra de arte implica asumir una relación directa con la estructura del relato, lo que permite constatar similitudes en el efecto estético de las artes visuales y de la literatura más allá de las diferencias especificadoras de cada lenguaje.  Frente al uso recurrente en la teoría humanista del símil horaciano Ut pictura poiesis, será el pensador alemán Lessing quien ponga fin en 1766 a este axioma en su Laocoonte, al sostener exactamente lo contrario, es decir,  la diferencia entre poesía y pintura. Por un lado, sus límites expresivos serían diversos: mientras la pintura utiliza medios o signos yuxtapuestos −figuras y colores distribuidos sobre el soporte o en el espacio−, la poesía utiliza medios o signos sucesivos que van articulándose a lo largo del tiempo. De ahí el carácter espacial de la pintura, frente a la temporalidad de la literatura.

Es cierto, como ha señalado John Berger en un hermoso texto, que la imagen visual estática niega el tiempo en sí misma, pues «la singularidad de la experiencia de mirar repetidamente un cuadro −durante un periodo de días o de años− es que, en medio de esa corriente, la imagen permanece intacta (…) la misma jarra vertiendo siempre la misma leche, el mar con las mismas olas que nunca llegan a romper, la cara y la sonrisa invariable»[1]. Pero también es cierto que, más allá del tópico artes del espacio y artes del tiempo, ambas se estructuran como lenguaje. Junto a la impureza que defendía Douglas Crimp en Pictures y el acercamiento de los pintores y escultores a la performance, el vídeo o el cine, es decir, a la temporalidad, es la condición textual[2] de las artes visuales lo que nos permite estructurar un lugar común a través de los conceptos de relato y narración.

El relato narra una historia cuyos hechos constituyen su soporte. Aristóteles presentaba un modelo de literatura caracterizado por la ficción y fundado en el concepto de verosimilitud, es decir no la verdad sino lo que parece verdadero. De este modo, cada universo de ficción encierra acontecimientos, personajes e ideas cuya existencia se mantiene al margen de su posibilidad o su imposibilidad en la realidad efectiva. La ficción posee su propio estatuto: los mundos posibles".
 
 

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