Junio, 2014 .- Carmina
Martínez-Remis Martín (Madrid, 1950). Actualmente vive en Arroyo de la Miel, Benalmádena desde hace siete años. Su afición por la
literatura y amor por la poesía la tiene desde una edad muy temprana ya que su
padre fue Manuel Martínez Remis, poeta y escritor.
Ha formado el grupo de Amigos de la Poesía en Benalmádena, de la que es coordinadora. Promueve recitales en Fuengirola, Torremolinos, Benalmádena Pueblo, Arroyo de la Miel.
Participa en “Amigos de la Literatura” en el "Pimpi" local conocido de Málaga también por sus reuniones de poéticas. Escritora de novelas y cuentos infantiles.Ha colaborado en la revista del Ateneo de Benalmádena con varios poemas.
Coordinadora y creadora de un Taller de Literatura "Historia, leyendas y mitos de España" para extranjeros y españoles en Benalmádena.
Ha iniciado un
taller de teatro a amateur para distintas edades. Actualmente es un miembro activo promoviendo el movimiento por la paz
"Juntos por la Paz desde Benalmádena” y socio de la
Asociación Internacional “Humanismo solidario”.
UN POEMA POR LA PAZ.
La Paz es un tesoro compartido,
en donde nunca existe la pobreza…
(No puedo recordar cómo se reza
que hasta por la memoria me han herido)
La Paz es una hoguera y un latido,
quema de amor, serena fortaleza…
(Si pudiera romper esta corteza
descubriendo palabras en el olvido)
La Paz tiene que ser una proclama,
que cruce por la tierra enloquecida.
Es el fruto maduro que la vida
ofrece entre los dedos de la rama.
Manantial en el yermo se derrama,
frente fraternal, senda compartida.
Vuestra mano tener siempre extendida
que sólo se es feliz cuando se ama.
Pido por la caliente voz amiga,
por la noche que sueña con la aurora,
por el camino abierto a cada hora.
Pido por la sonrisa y la espiga…
Por los hombres curvados de fatiga,
por los rincones donde el hambre llora,
por una humanidad clara y sonora
en donde el hombre al hombre le bendiga.
Pido por la inocencia y la ternura,
por la justicia y por la labor fecunda,
por la unánime fe de los humanos…
Pido por la Paz, hermanos.
Antes que el vaso colme la amargura.
Antes que el frágil barco se nos hunda
y se rompa la rosa entre las manos.
El Amor
Es tan sutil y delincuente,
ríe, sueña, canta, espera
a que yo deje de estar
entre los muros de niebla.
Sabe que no ha de vencerme
con tiranías resueltas
y está pendiente de mí,
lo mismo que un centinela.
A veces sus ojos tienen
el brillo mordaz del que
sueña;
es tenaz, fuerte, un D.
Juan,
te cautiva, hasta hacerte
huella.
Yo tengo el pecho estrellado
de luces y de blasfemias
y al mirarle me acobardo
y recuerdo la noche aquella.
Y pienso que desde ahora
seré igual a una fortaleza
mas, los sentidos me traicionan
y siento que se me enredan
en la cintura débil, cansada
una ilícita inocencia.
Me están mirando sus ojos,
seguros, firmes, con fuerza…
¿Me vencerán al final?
Al final tal vez me venzan.
Ángel rebelde.
Quisiera ser como yo quisiera,
quitarme las espinas de la frente,
ponerme al mundo por montera,
liberarme de las redes de la herencia,
salir de estos muros de tiniebla.
Vivir sin una sola tachadura,
navegando con mí frente al infinito,
anclando mis temores en la arena,
redimirme con látigos de
ternura, y
gritar a los cuatro vientos… mi pereza.
¿Por qué de esta existencia mía?
¿Por qué el sabor amargo de mi boca es?
¿Por qué corre por mis venas sangre fría?
¿Por qué?... dímelo
tú, ¿Por qué?
No acierto a encontrar la respuesta cierta,
ni el por qué de este carnaval humano
que cruzo día a día, siempre esperando
a que el ángel de la vida, me dé la mano.
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