Julia
Sáez-Angulo
03.10.2015.- La pintora italiana residente en
Madrid, Anna Hamouda, expone su pintura constructivista en el Centro Cultural
de la localidad madrileña de Collado Villaba.
La
exposición de Anna Hamouda Sfiligoj (Udine. Italia, 1955), que permanecerá abierta hasta finales del mes de octubre, es una
muestra retrospectiva de su trabajo artístico desde 1998 hasta 2015. Un total
de 24 cuadros de grande y mediano formato, que recogen su lenguaje, desde la
pintura plana hasta los relieves de su última serie, siempre dentro de lo
constructivo.
El
sociólogo francés, Jean Charles de Paul escribe sobre la pintura de Hamouda:
“Anna empieza anotado de forma metódica n un pequeño cuadernito las muestras de
color, los esquemas, los trazados y las dimensiones. Esquemas, trazados sí,
para la geometría presente desde el principio: Anna ha observado durante largo
tiempo la arquitectura elaborada de los Mamelucos de El Cairo, así como la
caligrafía árabe, digamos más bien la escritura para no dar lugar a confusión
con los trazos de tinta y los dramáticos efectos de pincel de algunos
contemporáneos virtuosos, la escritura cúfica, es decir el rigor, la paciencia
(la caligrafía es paciente, prudente); contempló los suelos y las paredes, toda
la decoración y la luz de Oriente desde el mundo musulmán hasta Andalucía”.
Además
de esta escritura cúfica, que acogen las palabras de los atributos divinos en
forma geométrica (Dios cuenta con 99 atributos en el Corán), la pintora refleja
igualmente, dentro de la geometría, las dunas del desierto, las ondulaciones de
las montañas, el arco iris… Su reciente viaje por el desierto blanco calcáreo de
Egipto, le ha llevado a tomar cientos de apuntes y fotografías, donde las
ondulaciones le han inspirado una reducción geométrica en la más pura filosofía
de Cezanne.
Interesante
un gran cuarteto modular, donde restalla el color, que se ha hecho más
anacarado en las pinturas de 2015. Anna Hamouda raramente utiliza los colores
puros, siempre matizados, porque le permiten componer una sinfonía cromática más
sutil.
Dos
cuadros enteramente blancos, “Composición de luz” I y II, con relieves, vienen
a ofrecer geografías monocromas geométricas de gran belleza. Los tondos, a los
que la pintora es tan aficionada ocupan casi una pared. Interesante el cuadro
con los relieves sucesivos del cuadrado, el círculo, el trapecio y un gran
triángulo acogedor, en sinfonía cromática que la autora sabe manejar con armonías.
“Fuente”
es el título de uno de sus cuadros inspirado en el patio de los Leones de la
Alhambra, con todo el juego de acequias que reconducen el agua y que la pintora
interpreta con acierto y ritmo.
En la inauguración estuvieron entre otros: Concepción Sanz, coordinadora de las exposiciones en el citado Centro Cultural, Pilar Redondo, Directora de Cultura del Distrito de Chamartín, Hildegarde Dosenbach, la profesora Victoria Redondo o el arquitecto Ayman Hamouda.
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