L.M.A.
La declaración "Nostra Aetate", promulgada hace 50 años durante el Concilio Vaticano II, marca un punto de inflexión y un cambio de paradigma en la relación de la Iglesia Católica con el Pueblo judío. Nacida de la iniciativa de un escritor judío y un papa bueno, su complicada gestación le otorga un mérito muy significativo. Hoy, su benéfica influencia, propicia un enriquecedor diálogo inter religioso, primando por primera vez la dignidad humana sobre las diferencias de credo.
Nostra Aetate supuso un proverbial esfuerzo de acercamiento por parte de la Iglesia Católica hacia las religiones no cristianas. El judaísmo ocupa un papel relevante, aliviando siglos de tensión con fórmulas como “La Iglesia de Cristo reconoce que los comienzos de su fe y de su elección se encuentran ya en los Patriarcas, en Moisés y los Profetas, conforme al misterio salvífico de Dios.” o “como es, por consiguiente, tan grande el patrimonio espiritual común a cristianos y judíos, este Sagrado Concilio quiere fomentar y recomendar el mutuo conocimiento y aprecio entre ellos”. Tales aseveraciones introdujeron una mirada nueva hacia la tradición judía que se tradujo en gestos tan relevantes como las visitas de Pablo VI al campo de exterminio de Auschwitz (1979) y de Juan Pablo II a la Sinagoga de Roma (1986).
Poco más de medio siglo después de que se aprobara la Declaración, Verónica Nehama pronunciará una conferencia titulada “Nostra Aetate: una iniciativa judia, una realización católica”. Verónica Nehama, sefardí nacida en Alejandría, ha sido directora del Colegio Judío de Madrid durante 26 años y es autora de la novela “Las turquesas mágicas” y del libro de relatos “Zarzamoras”. Intervendrá además Mayte Rodríguez, directora del Centro de Estudios Judeo-Cristianos.
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