Desde el pasado verano el gobierno alemán, como
forma de potenciar un turismo diferente,
promociona con el título “Las
vías de los romanos” unas rutas turísticas
que recorren los más importantes
asentamientos romanos en las Galias.
Carreteras romanas que -a través de territorios que hoy pertenecen a
Bélgica, Luxemburgo y Alemania-
comunicaban los entre sí las grandes
metrópolis de la época.
Dado que se acerca el buen tiempo, un hermoso
lugar de destino puede ser para cualquier lector algunas de las hermosas
ciudades que en esas vías se encuentran.
CARRO DE VIAJE ROMANO |
En el proyecto se incluyen y pueden ser
visitados en cualquier momento no
menos de 80 (ochenta) lugares que muestran una intensa colonización
romana, una extraordinaria prosperidad
y, en bastantes ocasiones, un modo de vida muy
refinado.
Gran parte de las rutas discurren
en las cercanías del río Mosela
(nace en Francia en el macizo de los Vosgos), que recorre hermosísimos parajes y no menos bellas ciudades entre las
que destacan: Trier -nombre actual de la imperial Tréveris- y, al final de los
560 km de recorrido del río, antes de
verter sus aguas en el Rin, la hermosa Coblenza.
La historia de los romanos junto al río Mosela se inició cuando en el
año 56 a.C. Julio César atacó el país de los tréveres.
A orillas del Mosela los romanos hicieron florecer Téveris, con frecuencia llamada "La segunda Roma".
Actualmente cada verano se celebra en la ciudad el festival romano más grande de Alemania, conocido como “Brot und Spiele”, denominación alemana para el término latino Panem et circenses (“Pan y juegos”, feliz expresión debida al poeta satírico Juvenal).
Actualmente cada verano se celebra en la ciudad el festival romano más grande de Alemania, conocido como “Brot und Spiele”, denominación alemana para el término latino Panem et circenses (“Pan y juegos”, feliz expresión debida al poeta satírico Juvenal).
Dedicaré
algunos post a los monumentos romanos que en la hermosa Tréveris se pueden visitar. En este hablaré del Puente romano sobre el río Mosela y y la famosa Puerta Negra.
De todos
modos, quienes quieran la
información que el gobierno
alemán pone a disposición de quienes quieran recorrer alguna de estas las
rutas recorren el corazón de las Galias
puede acudir a
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LA CIUDAD DE TREVERIS
Algunas importantes
vías romanas en las Galias conducían y siguen conduciendo a Augusta Treverorum
(Tréveris para nosotros, Trier es su
actual nombre alemán). La ciudad,
llamada a veces “Segunda Roma”,
fue residencia de emperadores en los últimos siglos del imperio romano
de occidente.
Trier/Tréveris está ubicada en la orilla derecha del
río Mosela, pertenece a la región alemana
Renania-Palatinado. Es, naturalmente, la ciudad alemana más antigua.
El período
más esplendoroso de la historia de la
hermosa ciudad está ligado a su pasado romano imperial.
La vinculación de los romanos al río Mosela se inició cuando en el año 56
a.C. cuando Julio César atacó el país
de los tréveres.
A las
orillas del Mosela floreció, entre
otros lugares, Tréveris,
independientemente de que desde mucho antes en ese mismo lugar hubiera
habido o no otra ciudad.
Cerca de un
campamento romano del año 30 a.C. -que había sido abandonado- en
el año 17 a.C. (época de Augusto)
los romanos fundaron Augusta Treverorum, llamada así en
honor del César. Se convirtió en capital de la provincia de
la Galia belga.
Rápidamente
creció, a la vez se construyó un puente de madera sobre el río Mosela
(antecesor del de pilastras de basalto gris construido entre los años 144
y aproximadamente el 157 d.C., pilastras
que se conservan en la actualidad y que hacen de este puente el más antiguo de Alemania) y se convirtió en importante cruce de vías militares.
Llego a tener casi 80.000 habitantes y fue la ciudad romana más grande e
importante al norte de los Alpes.
Dotada de magníficas construcciones civiles, se
convirtió en centro administrativo del inmenso territorio que abarcaba desde el
río Rin al océano Atlántico y en residencia imperial en los últimos siglos del
Imperio romano de occidente. Conservó
estas funciones hasta finales del s. IV.
El proyecto
de transformar Tréveris en residencia imperial
comenzó con Maximiano, que en el año285 d.C fue César, algo así como
príncipe heredero, y después (desde el
286 a 305)Augusto y co-soberano con Diocleciano, encargándose de las provincias
occidentales del Imperio, en tanto que Diocleciano se ocupaba especialmente de la
parte oriental del Imperio. En Tréveris
Maximiano estableció su residencia, aunque en realidad pasó la mayor parte de
su tiempo guerreando. Así comenzó la ascensión imperial de la ciudad.
Cuando los
bárbaros constituyeron un peligro para el Imperio de occidente, la administración fue trasladada de Tréveris
a Arlés y a Milán. La ciudad
perdió su importancia política y su poder.
Desde que
el cristianismo se impuso en el
Imperio, el obispado de Tréveris tuvo gran importancia. Sus obispos se mezclaron en las
controversias teológicas del s. IV. En Tréveris nació S. Ambrosio,
celebérrimo obispo de Milán.
A finales del s. IV y principios del V Tréveris fue
varias veces destruida por los germanos, finalmente a finales del s. V cayó
bajo el dominio de los francos merovingios. La Edad Media daba comienzo.
Tréveris jamás ha recuperado su antaño
esplendor.
En este
primer artículo sobre la ciudad, hablaremos
de su Puente romano - hoy
día soporta el tráfico actual- y de la
famosísima y espectacular Puerta Negra, una de las cinco puertas que daban
acceso a la ciudad romana y la única que se conserva. Ambos, junto con el anfiteatro, las termas imperiales y la basílica de Constantino, desde 1986 forman
parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en el apartado “Monumentos romanos”.
El puente romano. al tiempo que se fundaba la ciudad se constuyó un puente de madera sobre el río Mosela. El puente fue totalmente de madera hasta que entre los años 144d.C y aproximadamente el 157 d.C se sustituyó por otro sostenido por grandes pilares de basalto gris, construidos directamente sobre el cauce del río. sobre esos pilares iba la calzada, en madera.
Esos mismos pilares de basalto siguen soportando el tráfico actual: el conocido en Tréveris como "puente romano" está construido sobre ellos. Es lo que queda del antiguo puente romano.
El puente romano. al tiempo que se fundaba la ciudad se constuyó un puente de madera sobre el río Mosela. El puente fue totalmente de madera hasta que entre los años 144d.C y aproximadamente el 157 d.C se sustituyó por otro sostenido por grandes pilares de basalto gris, construidos directamente sobre el cauce del río. sobre esos pilares iba la calzada, en madera.
Esos mismos pilares de basalto siguen soportando el tráfico actual: el conocido en Tréveris como "puente romano" está construido sobre ellos. Es lo que queda del antiguo puente romano.
EL RÍO MOSELA BAJO EL PUENTE ROMANO |
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La famosa Puerta Negra. A partir de la segunda mitad del s. II d.C. la ciudad fue rodeada por una muralla, que al menos tenía cinco puertas. La Puerta Negra era la puerta norte o puerta seteptrional. Es la única que ha sobrevivido, por un motivo muy especial, como veremos más abajo.
El nombre
latino de “ Porta Nigra/Puerta Negra”, como el de las otras cuatro que hubo,
proviene de la Edad Media, puesto que
en época romana cada puerta era denominada según el nombre de la vía que
de ella salía y según el lugar de destino al que esa vía se dirigía.
La puerta y las
dos torres gemelas, redondeadas por el lado exterior, que la flanquean fueron construidas, al
igual que en otros monumentos romanos, con
sillares o bloques de piedra
arenisca (en este caso de color blanco)
unidos sin mortero y engarzados con una especie de grapas de hierro. El paso del tiempo y las condiciones
atmosféricas han transformado el color
original de los sillares casi en
negro. De ahí el nombre con el que
se conoce popularmente a esta
construcción.
Las
excavaciones han comprobado que se erigió sobre un antiguo cementerio
abandonado en el año 160 d.C. para construir esta puerta. De las restantes puertas solo se conoce el
lugar exacto en el que estuvo la Puerta Sur que, probablemente, tenía una
estructura y unos materiales similares
a la Puerta Norte o Puerta Negra, pero sus dos torres eran rectas, no
redondeadas por el lado exterior, como las de la Puerta Negra.
La Puerta Negra aún hoy día, por sus dimensiones y su color, impresiona vivamente a quien la
ve por vez primera. Es una de las puertas mejor conservadas de la Antigüedad.
Sin embargo no es cierto que, como con frecuencia se dice, sea una de las
más grandes. Su tamaño (36 m por 21,50m) era normal, habitual para las puertas
de acceso a las ciudades romanas importantes. Lo que sucede es que casi no tenemos término de comparación.
Parece que no llegó a finalizarse totalmente. La torre oeste, como se puede observar por la maqueta, nos ha llegado casi completamente conservada.
Parece que no llegó a finalizarse totalmente. La torre oeste, como se puede observar por la maqueta, nos ha llegado casi completamente conservada.
El hecho de que
haya sobrevivido a la demolición de la muralla y de las otras puertas se debe a que esta puerta cambió de función en la Edad
Media: entre 1036 y 1042 comenzó la
transformación de la Puerta Negra en
una Iglesia de dos plantas, la Iglesia
de S. Simeón. Por ese motivo sobrevivió.
El aspecto
que tenía como iglesia lo conocemos por
una dibujo de 1670 -cuya foto mostramos al lector- puesto que en la época de la
dominación francesa sobre Tréveris, Napoleón, tras una visita a la ciudad en
1804, ordenó retirar las transformaciones externas realizadas después de la
Antigüedad, pues pensaba que esta Puerta debía testimoniar la grandeza de la
civilización galo-romana. A ello se debe su aspecto actual.
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