por Julia Sáez-Angulo
19.08.17 .- De nada sirve que “la mayor
preocupación de Europa sea el terrorismo”,
según se desprendió en la última reunión de máximo mandatarios, tal y como
afirma el presidente del Gobierno. En mi familia se nos enseña que “no hay que
preocuparse de las cosas, sino ocuparse de ellas”. Obama, con todo su pasado
islámico, tuvo arrestos para eliminar a Bin Laden en el nido de la víbora en
que se encontraba, con ello demostró a sus administrados, que los Estados
Unidos eran capaces de tomar medidas contra el asesino de cientos de
norteamericanos.
Es hora de que Europa, con la OTAN o
sin ella, se ocupe de atajar el mal, exterminando el nido de la serpiente del
Estado Islámico, que tome medidas, drones o lo que haga falta, para proteger a
sus ciudadanos, máxime de unos fanatizados por el veneno de la serpiente, que
solo necesitan una furgoneta y unos cuchillos –ni siquiera tenían explosivos o
pistolas- para causar numerosas bajas en Madrid, Londres, París, Berlín,
Barcelona… Hay una astucia calculada que desea cambiar el orden mundial del
planeta, según algunos expertos militares. El nivel máximo de alerta no parece
ser la solución, porque los kamikaces yihadistas necesitan poca cosa para
actuar. ¡Hay que ir al nido!
Los europeos no queremos sentirnos
impunes ante estos yihadistas a los que su tradición les enseña, como a nadie,
a degollar inocentes, como hicieron no hace tiempo con un sacerdote octogenario
en Normandía, mientras celebraba misa. Ahora, en vez de tiro en la nuca, degollados
cuchillo. No nos gusta ser carne de cañón de indeseables fanáticos del Islam.
Resulta ya patético el espectáculo
de las flores y las velas. Sobra dolor, luto y falta toma de decisiones. Faltan
estadistas y sobran políticos indecisos y temblones. Las víctimas, sus familias
y los vivos exigen acción y no lamentos. Queremos pasear o ir a una estación de trenes o autobuses sin la amenaza
de esos asesinos yihadistas, que practican el Islam radical.
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De Arabia Saudí y el comportamiento salafista
hablaremos otro día.
NOTA BENE.- Islamista es aquel que quiere imponer la religión del Islam en la política, verbigracia el autoproclamado estado Islámico. Yihadista es aquel que además emprende la llamada "guerra santa", para matar al "infiel" que no opina lo mismo. Los dos términos se solapan con frecuencia.
NOTA BENE.- Islamista es aquel que quiere imponer la religión del Islam en la política, verbigracia el autoproclamado estado Islámico. Yihadista es aquel que además emprende la llamada "guerra santa", para matar al "infiel" que no opina lo mismo. Los dos términos se solapan con frecuencia.
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