Julia
Sáez-Angulo
15/08/17
.- Fundado en 1997 y reinstalado en un edificio de nueva planta del arquitecto
Juan Rodón en 2007, el Museo de Lleida Diocesano y Comarcal acoge las piezas de
arqueología y Bellas Artes de la comarca de Lleida, tanto de procedencia civil
como eclesiástica de la diócesis, que se encontraban en buena parte dispersas
desde la nefasta –en sus resultados- Desamortización de Mendizábal en 1836. Más tarde el otro azote contra las obras del
museo fue la saña de la Guerra civil de 1936 (No olvidemos que estos dos hechos
históricos, junto a la nefasta afrancesada de los soldados depredadores de
Napoleón, han arrasado buena parte del patrimonio artístico de España a lo
largo de la historia)
Desde
la prehistoria a nuestros días se puede ver la presencia laboriosa y artística
del hombre en la rica comarca agrícola de Lleida, que tanto valoraron los
romanos. El Museo de Lleida es un consorcio museístico integrado por el
Ayuntamiento de Lleida, el Obispado y la Diputación de la misma ciudad, la
Generalitat de Cataluña y el Consejo Comarcal del Segriá.
La
frontera es una línea mágica que trazan los hombres y los separan y dividen con
tierras y lenguas, señalaba el escritor Jorge Luis Borges. Esa línea es, por
ejemplo, la de la Franja de Aragón o Franja de Poniente entre Aragón y Cataluña
(la semántica es lo primero que manipulan los políticos), que las diócesis, más
antiguas que las demarcaciones civiles o políticas, también señalaban a efectos
de administración espiritual del territorio. El actual obispo de Barcelona es precisamente
nacido en la Franja y habla catalán, es decir, pertenece a una comunidad
lingüística, que no quiere decir política. Las comunidades lingüísticas no
tienen que ver con las políticas; la zonas fronterizas suelen ser siempre
bilingües.
Más
de un centenar de piezas espléndidas del Museo de Lleida provienen proceden de
parroquias aragonesas de las diócesis de Roda de Isábena y de la de Barbastro, entre
ellas los hermosos sepulcros reales góticos del monasterio de Santa María de
Sigena, fundado por la reina Sancha de Castilla en el siglo XII, piezas que
reclamó la Comunidad de Aragón y que los tribunales fallaron a su favor, si
bien tras una resistencia inicial a cumplir la sentencia civil y eclesiástica,
se espera que la entrega se lleve a cabo velis
nolis el próximo mes de septiembre. El enfrentamiento por la propiedad de
estos bienes es una cuestión de fuerzas políticas que cumplen o no las
sentencias.
Colecciones
de los fondos
Los fondos del museo de Lleida, casi diez
mil piezas en total, son el resultado de la unión de dos colecciones
centenarias y obedecen al objetivo de reunir, en un mismo edificio, los bienes
museísticos de la ciudad y de sus áreas de influencia. Una, es la de arte sacro
procedente del Museo Diocesano, heredera del museo creado en 1893 por el obispo
Messeguer. La otra, es la colección arqueológica del Instituto de Estudios
Ilerdenses (IEI), que tiene su origen en el Museo de Antigüedades creado a
mediados del siglo XIX, cuyo fondo pasó a formar parte del IEI en 1942. Además,
el museo acoge la colección de monedas del Gabinete Numismático de la
Diputación, así como algunos objetos procedentes del llamado Tesoro de la
Catedral.
De
entre las 974 obras de arte y arqueología que acoge la exposición permanente
del museo destacan los conjuntos de las épocas del bronce (de yacimientos como
el de Genó, en Aitona), ibérica (Gebut, en Soses) y romana (villa romana del
Romeral, en Albesa), así como el conjunto visigótico del Bovalar, con el
baptisterio como objeto más emblemático.
También merecen atención las piezas de
ajedrez de cristal de roca procedentes de Àger (del periodo fatimita, XI); los
frontales del altar de época románica; los elementos escultóricos de piedra
procedentes de la Seu Vella; las pinturas murales de Pia Almoina; la pintura
gótica sobre tabla del taller de los Herrero; la escultura del siglo XIV
perteneciente a la llamada Escuela de Lérida; los tapices de factura flamenca;
o el terno del Papa Calixto III.
Uno
de los cuadros más interesantes del museo es el “El rey godo Agila”, del pintor
madrileño Antonio de Pereda, obra depositada en Lérida por el Museo del Prado. El
rey Agila, siglo VIII, tuvo protagonismo en la historia de Ilerda. Confiemos en
que si alguna vez se pide o reclama para una exposición, el museo de Lleida no
se niegue como hizo el museo de Vilanova i la Geltrú con un Greco, cuadro depositado
igualmente por la primera pinacoteca.
Más información
www.museudelleida.cat
Dirección: Carrer del Sant Crist, 1, 25002 Lérida
Director(a): Montse Macià
Visitantes/año: 37.000 (2010)
País: España
Ciudad: Lérida
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