Museo Lázaro Galdiano, calle Serrano 122
Sala "Pardo Bazán".Edificio "La España Moderna"
Del 1 de junio al 29 de agosto de 2021
Maica NÖIS
11/06/2021.- Tras una última edición marcada por la pandemia, la XXIV edición de PhotoEspaña retoma las calles, los museos y los centros de arte con fuerte energía e ilusión con 86 exposiciones con obras de 376 fotógrafos y artistas visuales. El Museo Lázaro Galdiano se incorpora a la gran edición con una instalación que sumerge a los espectadores, les inunda y les rodea con los elementos tecnológicos de una pantalla de cinco metros de ancho y pantallas laterales que proyectan juegos de luces y sonidos que son los propios del entorno marino. Esta proyección impulsada por ACCIONA ha sido planteada y concebida como experiencia multisensorial en combinación con la calidad fotográfica de la artista Isabel Muñoz que se ha lanzado con este planteamiento basado en la tecnología audiovisual más actual en una mirada plástica sobre uno de los medios más afectados por la emergencia climática: el mar.
La Comisaria de la exposición Blanca Berlín lo explicita "nos enfrenta a nuestra falta de compromiso ante uno de los principales desafíos que encaramos: el calentamiento global"
Para realizar y trasmitir esta llamada lo hace Isabel Muñoz, nacida en Barcelona-1951. Premio Nacional de Fotografía 2016. Ganadora de dos World Press Photo. Que ha recorrido el mundo explorando con su cámara todas las emociones y sentimientos humanos.E s cada vez más audaz en sus planteamientos formales como es este caso de recurrir a la tecnología para recrear la belleza del paraíso marino. Lo que trascurre en una sala interactiva que se irá incrementado en percepciones con la afluencia de los espectadores. El ruido irá en crescendo para producir una alerta de las consecuencias caóticas de nuestro abuso en la tierra y las desencadenantes en nuestra propia existencia. La cámara en movimientos lentos va proyectando la riqueza de un mundo que puede tener fecha de caducidad. Se intenta llamar a una conciencia inteligente para cesar en determinadas prácticas destructivas.
"Inicié este proyecto fascinada por la belleza de los ecosistemas marinos y como llamada de atención ante los peligros que amenazan su conservación. El mar nos lo da todo sin pedirnos nada a cambio. Damos por sentado que su riqueza es inagotable, que puede con nuestros descuidos, nuestra falta de previsión, nuestros excesos. Pero las cosas no son así. ¿Qué vamos a dejar a nuestros hijos sino somos capaces de cuidar de sus tesoros? si seguimos echando al mar plásticos que son trampas mortales para las especies que lo habitan. Y si continuamos vertiendo residuos que pondrán fin a la biodiversidad marina" Se expresa Muñoz
Es importante reflexionar sobre las agresiones al medio físico, la presión sobre las criaturas terrestres y el agotamiento de ciertos recursos, el agua entre otros, ponen en peligro la supervivencia de nuestra especie. La ONU aprobó en 2010 una resolución que reconoce al agua potable y al saneamiento básico como derecho esencial. Lo que es imprescindible para una vida humana digna. Más de mil millones de personas viven sin agua potable. Cada año fallecen sobre un millón y medio de niños como consecuencia de esta carencia.
Tomando conciencia de esta situación la artista catalana ha dedicado los últimos cinco años de su vida a sumergirse bajo las aguas de mares, océanos y entornos acuáticos para hacernos reflexionar sobre la generosidad de la naturaleza y el maltrato que recibe en respuesta.
En esta ocasión cuenta además de con todo un equipo. La necesidad de los propios protagonistas que lo habitan: medusas, mantarrayas, tortugas, tiburones, algas, anémonas, caballitos de mar. Ese fascinante y bello mundo del ecosistema marino. En el equipo: la japonesa Ai Futaki, fotógrafa y apneista con dos record Guiness, embajadora de medio ambiente de Japón y la única embajadora del agua. Que descubrió la apnea en Tailandia en 2007 con lo que entró en otro contacto más natural y libre de inmersión. Sus películas aparecen en TV, campañas publicitarias exposiciones y su imagen se encuentra a menudo en páginas de revistas y libros como el de Issey Miyake
"Ai Futaki cuando tiene contacto con el agua se convierte en una habitante más del medio marino. Tiene una forma mágica de interactuar, le da la mano a los cocodrilos, los peces la consideran uno de ellos ...." dice Isabel Muñoz con admiración. Futaki es la primera mujer en sumergirse a cien metros con aletas y la primera persona en bajar 90 metros sin ellas. Con lo que consiguió lo que era su intención: dar voz a la vida marina
Para poder realizar este proyecto se tuvo la suerte de que Ai Futaki pudiera venir a España en plena pandemia y de que el Oceanografic de Valencia admitiera trabajar en sus instalaciones. Se quiso trabajar con las belugas, para hablar de las especies en peligro de extinción, pero la forma de interacciona que Futaki tiene bajo el agua con los peces, las medusas y los demás habitantes se le permitió fundirse con estos para demostrar cómo debía de ser al principio la relación con estos.
Futaki es parte esencial del mensaje en este trabajo porque la apnea pone al limite el cuerpo en lucha con un medio que no es el propio. Muñoz lo revela al constatar que Futaki saca su record en apnea para dar voz al mar y le trasfiere la voz propia del mar. Nos acerca a ese mundo, que cree que tienen sentimientos , lo que refleja la fotografía.
Los intereses de Isabel Muñoz y Ai Futaki se fusionan dando lugar a una colaboración en su intención de la llamada sobre la naturaleza marina y la toma visual. Se da la circunstancia que en la mitología japonesa se encuentra la diosa de la luz, Amaterasu, que es mujer y quiso representarla con alguien que tuviera especial contracto con el mar.
Isabel Muñoz se sumergió en los tanques del Oceanografic junto con Futaki y otros buzos. Todo un reto para Muñoz "no soy fotógrafa submarina, ni buen buzo. Mi reto es contar y trasmitir lo que intento y que el otro lo termine". Se ha valido de Futaki, quien además habla español lo que facilita la comunicación, por lo que la ha puesto en el centro de la instalación y protagonista del medio marino. Su intención y logro es que estemos a tiempo de dejar a generaciones futuras un mundo mejor.
Isabel Muñoz se declara Mediterránea y siempre ha amado el mar. Constata que desde su infancia a ahora ha cambiado mucho. Se debe evitar la extinción de la posidonea, que aporta muchos nutrientes y regenera el oxigeno del agua. Este proyecto intentan trasmitir cómo era el mar antes de destrozarlo por lo que hemos de amarlo.
Han trabajado durante cinco años en el proyecto "Somos agua". Con él se quiere trasmitir un canto a la esperanza por el cuidado de nuestro mar reflejándolo con belleza. Los últimos tiempos con la enclaustración por la pandemia se ha podido constatar que cuando cesamos de herir nuestra naturaleza ésta revive como la crisálida Incuestionable una consideración "somos agua" como el título de la exposición en un 70%. Necesario cuidar el agua en toda su dimensión y por ende el mar.
Al salir de la sala inundados de sonidos de mar, visualización de seres marinos protagonistas que se han acercado a breves centímetros de nuestras pupilas y una coreografía en apnea de belleza y sutileza poética y un modo nuevo de pensar que hemos de "contribuir" a que ese mundo, tan por otra parte necesario para nosotros, lo hagamos perdurable y saneado en el tiempo
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