jueves, 25 de octubre de 2018

RETRATOS: Charo Marín, artista pluridisciplinar, valenciana, barroca, generosa patrocinadora


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 Charo Marín
Charo Marín, artista pluridisciplinar


Julia Sáez-Angulo

            25/10/18 .- MADRID .- Es alta, vistosa  y tiene presencia. He paseado con ella y más de una cabeza masculina giraba al verla pasar, para recrearse de nuevo en su estampa. A raíz de esa experiencia escribí un bello cuento en su día que le dediqué. Hoy dice que ha pasado el tiempo, pero sigue con su estela y bellos efluvios. Es artista pluridisciplinar: pinta, graba, dibuja, instala y diseña joyas y vestidos, escribe poemas... Su punto valenciano/barroco le hace diseñar puntuales y preciosos trajes, vestidos y sobre todo kimonos de seda y otras ricas telas, que ha paseado por las pasarelas de museos del traje, galerías de arte y otros foros, principalmente para exponer sus joyas, que tienen una línea precisa que evoca el estilo de su autora.

           Rosario  Marín Miguel (Valencia, 1951), residente en la capital del Turia, "Charo Marín", para la consagración al arte, es además de artista multidisciplinar, empresaria, que creó la firma Anagma, con su correspondiente galería de arte, por la que han desfilado decenas de artistas nacionales e internacionales. El Museo del Traje en Madrid muestra una de sus creaciones y una de sus joya en los fondos. 

      Charo Marín ha llevado a cabo más de un centenar de exposiciones en España, Italia (principalmente en Venecia y Roma), Francia, Polonia, Rumanía y otros países. Yo viajé con ella a una exposición en el Carrusel del Louvre. La Opera de París alberga los diseños que la diseñadora valenciana creó para la ópera Madame Butterfly. En Madrid expone sus joyas en la galería Laura Márquez. Sus puestas en escena con música y modelos barrocos o de carnaval han merecido encendidas críticas y elogios por lo original y vistoso de la idea.

            Ha derrochado tanta energía para apoyar a los artistas llegados de uno u otro lugar a su espacio expositivo en Valencia o al Hotel Colón durante una buena temporada, que a veces exclama con un suspiro: ¡El arte me ha costado energías y dinero, pero no lo lamento! El arte, propio y ajeno ha llenado mi vida, aunque algún colega no corresponda con el reconocimiento. Ella es una mecenas o patrocinadora a su modo y escala. Ha llevado a artistas españoles a París, Venecia, Roma, Varsovia y Bucarest y ha tenido que corresponder con artistas de esos países en Anagma de Valencia.

            Ha sido pionera en presentar grandes artistas polacos o rumanos en España, aunque a veces el público no lo supiera apreciar. Le ha dolido que las autoridades culturales no hayan reconocido a veces su tarea, no precisamente con subvenciones, sino con su mera presencia. Yo siempre les he invitado a las inauguraciones, pero los políticos son así, que le vamos a hacer! Solo una vez apareció una concejala de Deportes y me dio cierta satisfacción, dice con humor. Han desaparecido también los críticos de arte, pues ahora solo se ocupan de lo institucional y no de la iniciativa privada, como hacían antes, añade.

            Hace dos años se tomó un tiempo sabático que le ha venido muy bien para poner en orden su casa y sus ideas. Acumulativa como buena barroca, aprovechó para despejar la casa, que ahora está elegantemente desamueblada -feng shui- y parece un museo en orden, con numerosas obras de arte de los colegas que han pasado por su vera. Como galerista les he podido comprar piezas al 50 por ciento de su precio al final de la exposición y ellos quedaban encantados, explica. Charo conoce bien que el papel de galerista no es precisamente fácil; los artistas protestan por muchas cosas. Yo presencié la escena de una pintora madrileña muy pesada, que se quejaba del lugar apartado de su obra en el montaje. Charo se hartó y le dijo: Una vez en mi galería, del montaje de las obras me ocupo yo y ya no se mueven, pero contigo voy a hacer una excepción: si no estás contenta, llévate tu cuadro. La pintora replegó sus exigencias.

     La fase de abuela también le ha permitido disfrutar de la infancia de su propia sangre. El parón a tiempo le ha venido muy bien; iba acelerada y ahora dice que se halla muy tranquila, porque ha encontrado la paz. Charo ha tenido pérdidas dolorosas en su vida, pero las ha afrontado con espesor psicológico y valentía.

            Charo Marín ha vuelto de nuevo a pintar con gran fuerza y energía. “Estoy contenta con lo que estoy pintando. Son telas muy largas que me exigen tiempo  y concentración”, me explica. Viaja menos que antes y se dedica más intensamente a su arte. Es una nueva etapa en su vida que la tiene ilusionada. Está dispuesta a volver a exponer, pero sin agobios ni prisas. Hay que trabajar con calma y está en ello. Una de sus obras va al Mágico Jardín de Mayte Spínola, porque Charo Marín es antigua miembro del Grupo pro Arte y Cultura.

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 Charo Marín

pintura y joyas de Charo Marín




           

7 comentarios:

Unknown dijo...

Como usted la describe es. Pero mucho mejor es que es humana y especial sabe quiénes somos en sólo mirar a las personas y sabe valorar la vida.Te adoro chato besos

Unknown dijo...

Es guapa, familiar, cariñosa con los que la queremos un orgullo para su familia
Con cariño tu tío rafael

Unknown dijo...

La conoci más de 20 años en Italia y desde entonces nos tenemos en contacto y nos hemos visto varias veces y hemos estado juntas en Paris en una de sus exposiciones. Para mi es una persona estupenda,

Unknown dijo...

Intuitiva y luchadora. Una gran persona amante de su profesión.

Unknown dijo...

Como artista no te conozco mucho, pero como persona si, pues tu empeño en dibujarnos en clase en tu niñez, no se me olvidara.
Estoy de acuerdo en como te describen.
Sigue haciendo arte en esta etapa de tu vida, debes de hacerlo.

Karin Faber dijo...

Una persona, Klaus, unió nuestros corazones hace más de 30 años que desde entonces y a pesar de distancias geográficas y profesionales se comunican. La biografía de Julia es muy bonita y muy veraz.
Gracias, Charo, por ser, estar y seguir!

Unknown dijo...

Charo es arte, vitalidad, generosidad y sentido de la amistad. Bonita semblanza la que hace Julia que comparto plenamente. Desde nuestro primer encuentro en París, hace más de 15 años, me siento afortunada por ser tu amiga